El 15 de septiembre de 2025, la Marina de los Estados Unidos ejecutó una operación antinarcóticos en aguas internacionales adyacentes a la costa de Venezuela, que resultó en el hundimiento de una embarcación y la lamentable pérdida de tres vidas.
El presidente Donald Trump describió el incidente como un "golpe cinético" que provocó las fatalidades. Esta acción representa la segunda operación de esta índole llevada a cabo por la Marina estadounidense en el mes, con el objetivo de desmantelar redes de narcotráfico. La intensificación de la presencia naval en el Caribe meridional ha sido recibida con satisfacción por el presidente Trump, quien ha notado una disminución en el tráfico de embarcaciones comerciales en la región.
El Caribe es una ruta marítima vital para el transporte de mercancías desde Venezuela y países vecinos como Guyana y Trinidad y Tobago. Las operaciones navales de EE. UU. en la zona se han incrementado, con un despliegue significativo de buques, incluyendo destructores con sistemas de defensa avanzados y buques anfibios.
En respuesta a estas actividades, Venezuela ha reforzado su presencia militar y de milicias, especialmente en las proximidades del Complejo Refinador de Paraguaná (CRP) en el estado Falcón. El CRP, conocido por su alta capacidad de refinación, ha estado bajo control militar desde 2012.
El gobierno venezolano atribuyó una explosión ocurrida el 11 de septiembre en el estado Zulia, que dejó 40 heridos, a una fábrica de fuegos artificiales, aunque algunos observadores señalaron su cercanía a infraestructuras energéticas. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha advertido que cualquier colaboración con fuerzas estadounidenses que fomente una invasión será considerada traición, reafirmando el compromiso de su gobierno con la soberanía nacional.
La situación diplomática se mantiene tensa, con ambas naciones en estado de alta alerta militar. La comunidad internacional observa los acontecimientos, abogando por el diálogo diplomático. Las operaciones navales de EE. UU. en el Caribe se han intensificado desde agosto de 2025, en el marco de una estrategia más amplia para contrarrestar amenazas a la seguridad nacional, identificando a ciertos grupos como "organizaciones narcoterroristas". La administración Trump ha calificado al régimen de Maduro como un "cartel del narcotráfico", acusaciones que Caracas rechaza.