El exdirector del FBI, James Comey, ha sido formalmente acusado por un gran jurado federal en Estados Unidos, enfrentando cargos por hacer declaraciones falsas y obstrucción de un proceso congresional. La acusación, desvelada el 25 de septiembre de 2025, se deriva de su testimonio ante el Comité Judicial del Senado en septiembre de 2020, en relación con la investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016. Comey es la primera figura gubernamental de alto rango en ser procesada en conexión con esta prolongada investigación, un tema que el presidente Donald Trump ha calificado repetidamente de "caza de brujas".
Las acusaciones específicas giran en torno a si Comey declaró falsamente ante el comité que no había autorizado a nadie en el FBI a filtrar información a la prensa sobre las investigaciones relacionadas con la campaña de Trump o los correos electrónicos de Hillary Clinton. Los fiscales alegan que Comey tergiversó deliberadamente a los senadores en este asunto. Si es declarado culpable, Comey podría enfrentarse a una pena máxima de cinco años de prisión por cada cargo. El gran jurado rechazó una tercera acusación de perjurio que se había propuesto inicialmente.
La noticia de la imputación ha generado reacciones inmediatas y polarizadas. El presidente Trump celebró la noticia en su plataforma Truth Social, calificando a Comey como "uno de los peores seres humanos que este país ha conocido" y declarando "¡JUSTICIA EN AMÉRICA!". Trump ha sido un crítico vocal de Comey desde que lo despidió en 2017, y ha presionado públicamente al Departamento de Justicia para que procese a sus adversarios políticos. Por su parte, Comey ha negado rotundamente los cargos, afirmando su inocencia en un video publicado en Instagram. "Mi corazón está roto por el Departamento de Justicia, pero tengo una gran fe en el sistema judicial federal y soy inocente, así que tengamos un juicio y mantengamos la fe", declaró.
Legisladores demócratas han condenado la imputación, calificándola de "abuso de poder" y una "venganza política". El senador Chris Murphy de Connecticut advirtió sobre una "crisis constitucional" y llamó a los líderes a "elegir bando: ¿democracia o autocracia?". En contraste, legisladores republicanos han defendido la acción legal, argumentando que "nadie está por encima de la ley" y que "Russiagate fue un fraude completo". El fiscal general Pam Bondi y el director del FBI Kash Patel emitieron declaraciones conjuntas enfatizando el compromiso del Departamento de Justicia con la rendición de cuentas.
Este caso se desarrolla en un contexto de intensa controversia política y legal en Estados Unidos. La investigación sobre la interferencia rusa en las elecciones de 2016 ha sido un punto central de debate durante años, y la imputación de Comey marca un nuevo y significativo capítulo en esta saga, con implicaciones de gran alcance para la política y la justicia en el país. La defensa de Comey, liderada por el abogado Patrick Fitzgerald, ha expresado confianza en que será exonerado en los tribunales. La fecha de la lectura de cargos de Comey está programada para el 9 de octubre.