El 5 de agosto de 2025, el gabinete israelí, liderado por el Primer Ministro Benjamin Netanyahu, está considerando una ocupación militar completa de la Franja de Gaza. Esta decisión marca un posible cambio respecto a la retirada de colonos y fuerzas militares israelíes en 2005, tras 22 meses de conflicto con Hamás y el fracaso de las negociaciones de alto el fuego. Netanyahu ha mostrado inclinación hacia una acción militar ampliada, mientras que organismos internacionales, como la ONU, claman por un cese al fuego inmediato y ayuda humanitaria.
El liderazgo militar israelí ha expresado reservas sobre una ocupación total debido a los desafíos de gobernanza a largo plazo y la escasez de personal. Antiguos altos cargos militares y de inteligencia israelíes, incluyendo al ex Primer Ministro Ehud Barak, han instado a Israel a detener su campaña militar en Gaza, criticando la postura extremista del gobierno y advirtiendo contra la prolongación de las hostilidades.
Paralelamente, organizaciones internacionales como la OMS y la FAO han señalado el aumento de la hambruna en Gaza debido al bloqueo y los combates en curso. La situación humanitaria es crítica, con escasez de alimentos, agua y medicinas, afectando gravemente a la población civil, especialmente a niños y ancianos. Diversos países occidentales, entre ellos Francia, el Reino Unido y Canadá, han expresado su intención de reconocer a Palestina como Estado. El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció planes para reconocer a Palestina en la Asamblea General de la ONU en septiembre de 2025. Esta postura contrasta con la de Alemania, que actualmente no tiene previsto reconocer a Palestina y la considera resultado de un proceso de negociación.
La comunidad internacional observa de cerca los acontecimientos en Oriente Medio. Las acciones militares en curso, la crisis humanitaria y las tensiones diplomáticas exigen una respuesta coordinada y decisiva para evitar una mayor escalada y encontrar una solución a largo plazo al conflicto. El conflicto ha causado más de 60,000 muertes palestinas y un desplazamiento generalizado, con consecuencias devastadoras para la infraestructura y la vida de los habitantes de Gaza. La situación actual requiere una reflexión profunda sobre el futuro de la región y la necesidad de una paz duradera basada en el respeto mutuo y la justicia.
Según un informe de la ONU de julio de 2025, más del 80% de la población de Gaza depende de la ayuda humanitaria para sobrevivir. Además, la tasa de desempleo en Gaza ha alcanzado un máximo histórico del 49% debido al conflicto y las restricciones económicas. Estos datos subrayan la urgencia de abordar la crisis humanitaria y buscar soluciones políticas que permitan la estabilidad y el desarrollo en la región.