El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha añadido a Suiza a su lista de vigilancia de divisas, citando preocupaciones sobre sus políticas cambiarias y su potencial impacto en el comercio internacional. Esta medida, parte de la revisión comercial de 2025, subraya los esfuerzos de EE. UU. por garantizar prácticas comerciales equitativas y prevenir la manipulación de divisas que podría distorsionar los mercados globales.
Suiza se une a otras ocho economías en esta lista de observación, incluyendo a China, Japón, Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Vietnam, Alemania e Irlanda. La inclusión de Suiza e Irlanda se debe principalmente a sus considerables superávits comerciales y de cuenta corriente con Estados Unidos. Aunque el Tesoro estadounidense no identificó manipulación de divisas por parte de Suiza en 2024, la inclusión en la lista de vigilancia es una medida proactiva para monitorear de cerca las políticas cambiarias y económicas con el objetivo de actuar contra prácticas desleales y mantener la estabilidad en los mercados financieros globales.
Históricamente, el Banco Nacional Suizo (BNS) ha intervenido en los mercados de divisas para gestionar el valor del franco suizo, especialmente para contrarrestar un fortalecimiento excesivo que podría perjudicar a su economía orientada a la exportación. Estas intervenciones, aunque destinadas a mantener la estabilidad, han generado escrutinio por parte de EE. UU., que busca evitar ventajas comerciales injustas. Suiza ya fue etiquetada como manipuladora de divisas por EE. UU. en diciembre de 2020, aunque posteriormente fue retirada de esa designación específica, permaneciendo en la lista de vigilancia. El BNS ha defendido sus acciones, afirmando que no busca obtener ventajas competitivas desleales, sino cumplir con su mandato de estabilidad de precios. Recientemente, el BNS y el Tesoro de EE. UU. reafirmaron que no orientan los tipos de cambio con fines competitivos, y que las intervenciones son un instrumento de política monetaria para cumplir con la estabilidad de precios.
La reciente inclusión en la lista de vigilancia se produce en un momento en que Suiza se enfrenta a desafíos económicos, incluyendo la imposición de aranceles por parte de EE. UU., lo que añade complejidad a las relaciones comerciales bilaterales. La inclusión de Suiza en esta lista es un recordatorio de la intrincada relación entre las políticas monetarias nacionales y las relaciones comerciales internacionales, subrayando la creciente asertividad de las principales economías en la salvaguarda de sus intereses económicos y la importancia de la transparencia en las políticas cambiarias para mantener un sistema de comercio global justo y equilibrado.