Yokohama, Japón – La novena Conferencia Internacional de Tokio sobre el Desarrollo de África (TICAD 9), celebrada en Yokohama del 20 al 22 de agosto de 2025, ha servido como plataforma crucial para fortalecer las relaciones económicas y digitales entre Japón y el continente africano. El evento reunió a líderes de aproximadamente 50 naciones africanas y representantes de organizaciones internacionales, abordando temas clave como la economía, la paz, la salud, el cambio climático y la educación.
Un logro destacado de la conferencia fue la firma de 300 acuerdos de cooperación entre entidades japonesas y africanas, triplicando la cifra de la cumbre anterior. Estos acuerdos abarcan sectores vitales como infraestructura, salud, tecnología, educación y agricultura, evidenciando un compromiso renovado de Japón con el desarrollo de África. Angola, en particular, selló siete acuerdos bilaterales centrados en prioridades nacionales, incluyendo agua, salud, cultura e infraestructura marítima, subrayando la importancia de las alianzas estratégicas.
El Primer Ministro japonés, Shigeru Ishiba, propuso la creación de una "zona económica del Océano Índico-África" con el objetivo de fortalecer los lazos económicos, conectar las economías africanas con las de la India y Oriente Medio, e impulsar la inversión japonesa. Esta iniciativa se alinea con la visión de Japón de fomentar un crecimiento impulsado por el sector privado y la colaboración interregional.
Para apoyar el desarrollo sostenible y abordar los desafíos de deuda en África, Japón se comprometió a invertir hasta 5.500 millones de dólares, en coordinación con el Banco Africano de Desarrollo. Adicionalmente, Japón planea capacitar a 30.000 especialistas en inteligencia artificial (IA) durante los próximos tres años, a través de una iniciativa liderada por el laboratorio Matsuo de la Universidad de Tokio, con el fin de impulsar la transformación digital y la creación de empleo en África.
La TICAD 9 reafirma la determinación de Japón de ser un socio estratégico a largo plazo para África, promoviendo un modelo de colaboración basado en el respeto mutuo y la prosperidad compartida. En un contexto de creciente competencia global por la influencia en África, Japón busca consolidar su presencia a través de inversiones significativas y el desarrollo de capacidades, sentando las bases para una nueva era de cooperación fructífera.