Protesta en La Haya escala a violencia y bloqueos de carretera

Una manifestación contra la política migratoria en La Haya, convocada por la activista Els Rechts, derivó en graves enfrentamientos con la policía y bloqueos de carreteras el pasado 20 de septiembre de 2025.

El evento, que reunió a aproximadamente 1.500 personas en Malieveld, escaló cuando los manifestantes bloquearon la autopista A12, lo que provocó la intervención policial con cañones de agua y gases lacrimógenos. Durante los disturbios, se produjeron lanzamientos de piedras y botellas contra las fuerzas de seguridad, un coche patrulla fue incendiado y se vandalizaron las ventanas de la sede del partido D66.

El líder de D66, Rob Jetten, condenó enérgicamente los actos, declarando que los Países Bajos no serían tomados por asaltantes extremistas. Geert Wilders, líder del PVV, también calificó la violencia y el bloqueo de la autopista como "completamente, absolutamente inaceptable". La organizadora, Els Rechts, expresó su pesar por los sucesos, indicando que no habría convocado la protesta de haber anticipado la violencia.

Las autoridades neerlandesas subrayaron la importancia de la protesta pacífica dentro de un marco democrático. Este incidente ocurre en un contexto de inestabilidad política en los Países Bajos, a pocas semanas de las elecciones anticipadas del 29 de octubre de 2025, convocadas tras la caída de la coalición gubernamental de derecha en junio de 2025, tras la exigencia de Geert Wilders de endurecer las políticas de asilo.

La protesta pone de manifiesto las profundas tensiones sociales en torno a la política de inmigración y la gobernanza del país. La situación política en los Países Bajos ha estado marcada por la dimisión del gobierno de Dick Schoof en junio de 2025, tras la exigencia de Geert Wilders de endurecer las políticas de asilo. La propuesta de Wilders incluía medidas como el cierre de fronteras con patrullas militares y la suspensión de la reunificación familiar, lo que generó un punto de quiebre en la coalición.

La caída del gobierno ha abocado al país a nuevas elecciones, con los sondeos indicando una posible disminución en el apoyo al PVV, aunque sigue siendo una fuerza política relevante. La inmigración y las políticas de asilo han sido temas centrales en el debate político neerlandés, reflejando una tendencia observada en otras naciones europeas donde las tensiones entre la extrema derecha y las fuerzas más liberales se intensifican.

La situación en los Países Bajos se enmarca en un panorama europeo más amplio de debate sobre la gestión de la migración y la cohesión social, con eventos recientes en el Reino Unido, como protestas antiinmigración en Epping, que también han evidenciado la polarización social en torno a estas cuestiones. La gestión de la crisis migratoria y las políticas de asilo continúan siendo un desafío significativo para la Unión Europea en su conjunto.