El presidente de Corea del Sur, Lee Jae Myung, inició el 23 de agosto de 2025 su primera visita oficial a Japón, con el objetivo de fortalecer las relaciones bilaterales y mejorar la cooperación en seguridad, especialmente en el marco de la colaboración trilateral con Estados Unidos. Este encuentro en Tokio precede a la cumbre del presidente Lee con el presidente de EE. UU., Donald Trump, programada para el 25 de agosto de 2025 en Washington.
Las conversaciones en Tokio y las anticipadas en Washington se centrarán en la seguridad regional, la creciente influencia de China y las contribuciones financieras de Corea del Sur para las tropas estadounidenses estacionadas en el país. Un acuerdo comercial específico mencionado es un arancel del 15% sobre las importaciones entre Japón y Corea del Sur, una medida que busca mitigar las políticas arancelarias proteccionistas de EE. UU. bajo la administración Trump. Ambos países, dependientes de las exportaciones, buscan un punto de inflexión tras la imposición de aranceles por parte de EE. UU. a sus productos.
El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, ha expresado su deseo de fortalecer la alianza entre Japón y EE. UU. como una "nación igualitaria" y contribuir a la seguridad regional. Su enfoque en política exterior incluye la posibilidad de enmendar el Artículo 9 de la Constitución japonesa y explorar marcos de cooperación de seguridad como una "OTAN asiática". Ishiba ha mostrado una postura firme ante China, al tiempo que busca mantener la diplomacia y los lazos económicos.
La visita de Lee a Japón se produce en un momento de cambios geopolíticos en el Indo-Pacífico, donde la influencia de China es un factor clave. La fortaleza de las alianzas entre Corea del Sur, Japón y Estados Unidos es vital para mantener la estabilidad regional y abordar desafíos compartidos. Históricamente, las relaciones entre Corea del Sur y Japón han estado marcadas por tensiones derivadas de la ocupación colonial japonesa y disputas sobre temas como el trabajo forzado y las "mujeres de confort". A pesar de estas fricciones pasadas, el presidente Lee ha manifestado su intención de mejorar las relaciones y mantener los acuerdos previos sobre cuestiones históricas sensibles.
La cumbre entre Lee y Trump en Washington abordará la modernización de la alianza EE. UU.-Corea del Sur, buscando reforzar la postura de defensa conjunta y la seguridad regional. La agenda también incluirá discusiones sobre la contribución financiera de Corea del Sur para las fuerzas estadounidenses, un tema recurrente en las demandas del presidente Trump. La visita de Lee, acompañada por una delegación de líderes empresariales, subraya la importancia de los lazos económicos y de seguridad en la actual coyuntura internacional, buscando oportunidades comerciales y salvaguardando la seguridad en una región de crecientes tensiones.