El mundialmente famoso recinto del Oktoberfest en Múnich fue cerrado el miércoles por la mañana tras una amenaza de bomba. La amenaza provino del presunto perpetrador de una explosión ocurrida más temprano ese mismo día en el norte de la ciudad. La explosión en el norte de Múnich resultó en al menos una víctima fatal y está siendo investigada como parte de una disputa doméstica. Las autoridades desplegaron equipos especializados para registrar el recinto del festival en busca de artefactos explosivos .
El festival, que comenzó el 20 de septiembre y estaba programado para concluir el 5 de octubre, permaneció cerrado al menos hasta las 5 p.m. hora local (1500 GMT) del miércoles. La explosión inicial en el norte de Múnich, que dejó un saldo de un fallecido, ha generado interrogantes sobre la identidad de la víctima, sin confirmarse si se trataba del perpetrador o de otra persona involucrada. Adicionalmente, se reportó una persona desaparecida. La amenaza al Oktoberfest se comunicó a través de una carta anónima enviada por el supuesto autor de los hechos.
La relevancia de este suceso radica en la demostración de las preocupaciones de seguridad en eventos masivos como el Oktoberfest, subrayando los desafíos constantes en la gestión de amenazas y la garantía de la seguridad pública. La conexión de la explosión con una disputa doméstica sugiere un motivo localizado en lugar de una amenaza terrorista de mayor alcance, aunque la naturaleza de la amenaza en sí misma sigue siendo grave. La respuesta inmediata de la policía, cerrando el recinto y realizando búsquedas exhaustivas, refleja un enfoque proactivo hacia la protección de los asistentes.
Históricamente, el Oktoberfest ha implementado medidas de seguridad robustas para salvaguardar a los aproximadamente siete millones de visitantes que asisten anualmente, con un récord de 7,2 millones en 2023. Estas medidas incluyen detectores de metales y una red de videovigilancia ampliada. Además, en 2009 se estableció una zona de exclusión aérea de 5.5 kilómetros sobre el área del festival. En respuesta a incidentes pasados, como un atentado en 1980 que causó 13 muertes, y más recientemente, tras ataques como el ocurrido en un centro comercial de Múnich en 2016, y en otras partes de Alemania, la seguridad se ha intensificado.