Informes recientes sugieren que Israel ha estado en conversaciones con Sudán del Sur sobre la posible reubicación de palestinos de la Franja de Gaza. Sin embargo, el gobierno de Sudán del Sur ha negado rotundamente estas afirmaciones, calificándolas de "infundadas" y sin reflejo de su posición oficial.
Las presuntas discusiones se enmarcan en una estrategia más amplia de Israel para facilitar la emigración de palestinos de Gaza, una región que ha sufrido graves consecuencias debido a casi dos años de conflicto. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha expresado su apoyo a la "migración voluntaria" como un medio para aislar a Hamás, una idea que recuerda propuestas anteriores del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Se han explorado conceptos similares con otras naciones africanas como Somalia y Libia, aunque sin resultados claros. La negativa de Sudán del Sur a participar en tales conversaciones ha sido firme. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Sudán del Sur emitió un comunicado desmintiendo categóricamente los informes, instando a los medios a verificar la información con fuentes oficiales. Esta postura se alinea con la de otros países de la región, como Egipto, que se ha opuesto firmemente a cualquier plan de desplazamiento de la población palestina, temiendo un influjo de refugiados y considerando tales medidas como una violación del derecho internacional y una amenaza a la estabilidad regional.
Los líderes palestinos han expresado su profunda preocupación ante la idea de un reasentamiento, comparándolo con la "Nakba" de 1948, cuando cientos de miles de palestinos fueron desplazados. Consideran que cualquier plan de este tipo socava su derecho al retorno y representa una forma de desplazamiento forzado. La situación subraya la complejidad y la sensibilidad de las negociaciones diplomáticas en torno a la crisis de Gaza. Mientras que Israel parece buscar activamente opciones para la emigración, las naciones contactadas, incluido Sudán del Sur, han negado públicamente cualquier acuerdo o discusión activa sobre la reubicación de palestinos. La comunidad internacional observa de cerca, con organizaciones de derechos humanos advirtiendo contra cualquier medida que pueda constituir una expulsión forzada o una violación del derecho internacional humanitario.