Protestas masivas en Budapest exigen la dimisión de Orbán tras revelaciones de abusos infantiles

Editado por: Tatyana Hurynovich

La capital húngara, Budapest, fue escenario el sábado 13 de diciembre de 2025 de una manifestación multitudinaria que congregó a decenas de miles de ciudadanos. El detonante inmediato de esta oleada de descontento fue la revelación, a partir de septiembre de 2025, de evidencias de malos tratos sistémicos a menores bajo tutela estatal. La tensión alcanzó su punto álgido tras la difusión de un video que capturó el momento en que un funcionario de una de estas instituciones agredía a un niño que yacía en el suelo, propinándole una patada en la cabeza.

El líder opositor y cabeza del partido Tisza, Péter Magyar, fue el impulsor de esta marcha, exigiendo abiertamente la renuncia inmediata del primer ministro Viktor Orbán. Magyar acusó al gobierno de haber fallado en su deber fundamental de proteger a los sectores más vulnerables de la sociedad. En respuesta a la creciente crisis política, las autoridades gubernamentales tomaron medidas rápidas: el 10 de diciembre de 2025, cinco centros de acogida para menores pasaron a estar bajo el control directo del Ministerio del Interior y la policía. Como parte de la investigación, se detuvo a cuatro empleados del centro ubicado en la calle Szőlő, además de otras tres personas, incluido un exdirector, sospechoso de orquestar una red clandestina de prostitución.

La indignación de los manifestantes se vio exacerbada por los intentos de las autoridades de presentar a los adolescentes afectados como si fueran los infractores. La oposición sacó a la luz un informe gubernamental de 2021 que documentaba aproximadamente 3000 presuntos casos de abuso infantil en instituciones públicas. Esta cifra representaba más de una quinta parte de todos los menores registrados bajo tutela estatal. El informe también señalaba que más de 320 de estos jóvenes habían sido víctimas de agresión sexual. Gergely Gulyás, jefe de gabinete del primer ministro, declaró que dicho informe fue remitido a los organismos competentes en 2022, un hecho que la oposición interpreta como una ocultación deliberada de la verdadera magnitud del problema.

El clima político actual se ve reforzado por precedentes que han minado la confianza pública en el poder. Menos de dos años antes de estos sucesos, el año pasado, estalló un escándalo que forzó la dimisión de la presidenta Katalin Novák, aliada de Orbán. Su salida se produjo tras su decisión de conceder el indulto a un cómplice condenado en un caso de pedofilia en un orfanato. Estos acontecimientos ponen de relieve las debilidades estructurales existentes en los mecanismos de protección infantil del país.

La situación se desarrolla en vísperas de las elecciones parlamentarias programadas para abril de 2026. Péter Magyar y su partido Tisza están experimentando un ascenso constante en el apoyo popular, liderando varias encuestas recientes. Esto convierte la crisis actual en un desafío electoral significativo para el primer ministro Orbán, quien ha estado en el cargo desde 2010. Los participantes en la protesta realizaron una marcha desde el centro de Pest, cruzaron el Danubio y subieron hasta la colina de Buda, coreando consignas que exigían la salida del jefe del ejecutivo.

37 Vues

Fuentes

  • Deutsche Welle

  • Al Jazeera

  • Reuters

  • Euractiv

  • Glas Slavonije

  • RTL Today

¿Encontró un error o inexactitud?

Consideraremos sus comentarios lo antes posible.

Protestas masivas en Budapest exigen la di... | Gaya One