La empresa Planet Labs ha anunciado un avance tecnológico significativo con el desarrollo de su nueva serie de satélites denominados 'Owl' (Búho). Esta iniciativa está diseñada para elevar sustancialmente las capacidades de monitoreo terrestre, al integrar una resolución de imagen de un metro junto con capacidades avanzadas de inteligencia artificial procesadas directamente a bordo en órbita. Este salto tecnológico promete redefinir la inmediatez y la profundidad con la que se obtiene información sobre nuestro planeta.
Los satélites Owl están concebidos para ofrecer una cobertura de monitoreo casi diaria, lo que representa una mejora notable frente a la resolución de 3 metros que actualmente proporciona la flota SuperDove. Una característica fundamental es la incorporación de unidades de procesamiento gráfico (GPUs) de Nvidia, lo que permite que el análisis de inteligencia artificial se ejecute de forma autónoma en el espacio. Este procesamiento a bordo facilita la identificación en tiempo real de objetos y la detección temprana de anomalías en los datos recopilados, transformando la información bruta en conocimiento aplicable casi de manera instantánea.
En una estrategia que asegura la continuidad operativa, Planet ha confirmado que los nuevos satélites Owl mantendrán total compatibilidad con los flujos de trabajo analíticos ya establecidos por sus clientes. Utilizarán las mismas bandas espectrales que la flota SuperDove existente. Esto implica que los procesos analíticos actuales podrán aplicarse sin interrupciones a las nuevas imágenes de mayor fidelidad, garantizando una transición fluida hacia capacidades superiores de observación.
La hoja de ruta para esta innovación establece que la primera demostración tecnológica del programa Owl está programada para lanzarse en la segunda mitad de 2026. Posteriormente, se prevé el despliegue completo de la constelación a lo largo de los años subsiguientes, aunque el calendario exacto para esta expansión total aún se está finalizando y se comunicará más adelante. Este enfoque, conocido como 'edge computing' espacial, reduce drásticamente la latencia y la cantidad de datos que deben transmitirse a tierra, optimizando la respuesta ante eventos dinámicos.
Paralelamente a la introducción de Owl, Planet está acelerando la cadencia de producción de sus satélites Pelican, de mayor tamaño. Para satisfacer la creciente demanda del mercado europeo, la compañía planea establecer una segunda instalación de fabricación de Pelican en Berlín, que funciona como su sede europea. Esta expansión, que se suma a su sede en San Francisco, busca duplicar la capacidad total de producción de la flota Pelican y subraya el compromiso de la empresa con el crecimiento estratégico en regiones clave, respondiendo a la necesidad de inteligencia geoespacial más rápida y precisa.