La industria de las comunicaciones satelitales se encuentra en un punto de inflexión, anticipando una profunda transformación donde el tráfico de datos está proyectado a superar al contenido de video durante la próxima década. Un análisis reciente de Novaspace, contenido en la trigésima segunda edición de su informe sobre el Mercado de Conectividad Satelital y Video, establece que las aplicaciones basadas en datos triplicarán su volumen en los próximos diez años. Esta proyección indica un cambio fundamental en la utilización del espectro orbital, moviéndose de la transmisión tradicional unidireccional hacia una demanda sostenida de conectividad bidireccional y de baja latencia.
Específicamente, el informe anticipa que la participación en ingresos generada por los datos superará a la del video para el año 2033. Para 2034, se espera que la porción de ingresos proveniente de los datos se incremente drásticamente desde el 21% registrado en 2024 hasta alcanzar un sólido 55% del total del mercado. Este cambio tectónico está siendo acelerado por la expansión masiva de las constelaciones en Órbita No Geoestacionaria (NGSO). La implementación a gran escala de estos sistemas ha resultado en una disminución notable de los costos de capacidad, coincidiendo con una intensificación de la demanda en todos los segmentos de datos.
La oferta total de capacidad ha crecido exponencialmente, multiplicándose por 3.5 veces entre 2023 y 2025, alcanzando los 105 Tbps. De esta capacidad ampliada, los sistemas NGSO son responsables de un asombroso 95%, un logro impulsado principalmente por el despliegue agresivo de constelaciones como Starlink. La irrupción de las NGSO ha desestabilizado el equilibrio tradicional, forzando a los operadores históricos de satélites Geoestacionarios (GEO) a integrar capacidades NGSO como estrategia indispensable para mantener su competitividad, dado que la agilidad y la cobertura global son ahora primordiales.
Además, el mercado de conectividad satelital directa a dispositivo (D2D) muestra un florecimiento significativo, con un potencial estimado que se acercará a los 15 mil millones de dólares para 2033. Este crecimiento se apoya en avances tecnológicos que permiten la compatibilidad con teléfonos inteligentes estándar, proyectándose más de 425 millones de usuarios activos mensuales para ese mismo año. El sector marítimo es un claro ejemplo de esta transformación, donde se prevé que las soluciones NGSO, incluyendo servicios como Starlink, dominen con una cuota de mercado del 97% para 2034, lo que implicará un aumento de siete veces en la demanda de ancho de banda en ese segmento, escalando de 286 Gbps en 2024 a 2 Tbps en la próxima década.
Este fenómeno se extiende a la infraestructura terrestre, ya que las redes 5G están comenzando a incorporar capacidades satelitales para extender la cobertura a zonas remotas y rurales, consolidando la interconexión de los ecosistemas de comunicación. En resumen, la industria responde a una necesidad ineludible de conectividad ubicua, donde la capacidad de respuesta y la distribución de la información se establecen como el verdadero motor de valor.