El 9 de agosto de 2025, China demostró una vez más su creciente destreza en la exploración espacial y el despliegue de satélites al ejecutar con éxito dos misiones espaciales significativas en un corto período. La primera de estas operaciones fue el lanzamiento del cohete Smart Dragon 3, que despegó a las 12:31 AM hora de Beijing desde una plataforma marítima cerca de Rizhao, en la provincia de Shandong. Este evento marcó la sexta misión marítima para este cohete de combustible sólido, una innovación de la Academia China de Tecnología de Vehículos de Lanzamiento. El Smart Dragon 3, con una altura de 31 metros y un peso de 140 toneladas, está diseñado para colocar cargas útiles de hasta 1.5 toneladas en una órbita polar sincrónica a 500 km. En esta misión, transportó 11 satélites de la constelación Geely-04 de Geespace, destinados a fortalecer las industrias marinas, la gestión del transporte, experimentos de IoT y la supervisión ambiental. Estos satélites de Geespace son parte de una constelación más amplia que busca proporcionar conectividad global a internet, especialmente en áreas remotas, y también se utilizan para teledetección, apoyando la agricultura y la gestión de desastres.
Aproximadamente siete horas después, a las 10:00 AM hora de Beijing del 9 de septiembre de 2025, un cohete Long March 7A despegó del Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang en la provincia de Hainan. Esta misión tuvo como objetivo el despliegue exitoso del satélite de teledetección Yaogan 45. El satélite Yaogan 45, una creación de la Academia de Tecnología Espacial de Shanghai, está diseñado para experimentos científicos, estudios de recursos terrestres, monitoreo agrícola y prevención de desastres. El cohete Long March 7A, capaz de transportar una carga útil de 7 toneladas a una órbita de transferencia geoestacionaria, ha completado cinco vuelos hasta la fecha, siendo esta su quinta misión. Los satélites Yaogan, en general, constituyen la principal flota de satélites de teledetección de China, proporcionando datos cruciales para usuarios gubernamentales y comerciales en áreas como la gestión ambiental y la respuesta a emergencias.
Estos lanzamientos coordinados subrayan el compromiso de China con el avance de su programa espacial, contribuyendo a diversos sectores esenciales. La capacidad de realizar lanzamientos desde el mar, demostrada por el Smart Dragon 3, aumenta la flexibilidad operativa y reduce los riesgos asociados con las zonas de impacto de las etapas de los cohetes, además de permitir trayectorias de lanzamiento más variadas. La estrategia marítima de China en lanzamientos espaciales es un componente clave para expandir sus capacidades y su presencia en el mercado comercial espacial global. La continua inversión en tecnología de lanzamiento, como la serie Long March y Smart Dragon, posiciona a China como un actor cada vez más influyente en la escena espacial internacional, capaz de desplegar constelaciones de satélites para una amplia gama de aplicaciones, desde la conectividad a internet hasta la vigilancia estratégica.