El 5 de septiembre de 2025 fue un día crucial para el programa espacial de China, marcado por el éxito de dos misiones que demuestran el rápido progreso tanto en el ámbito gubernamental como en el comercial.
La jornada inició con el lanzamiento del satélite Shiyan-29 a las 10:34 a.m. (hora de Beijing) desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Xichang. Utilizando la etapa superior Yuanzheng-1 y un cohete Long March-3C, esta misión forma parte de la serie Shiyan, enfocada en la exploración del entorno espacial y pruebas tecnológicas. Estos satélites son esenciales para el desarrollo y validación de nuevas tecnologías espaciales.
Posteriormente, a las 11:35 a.m. (hora de Beijing), el cohete comercial Ceres-1 despegó desde el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan. Operado por Galactic Energy, este lanzamiento desplegó con éxito tres satélites y una plataforma experimental. Entre ellos se encontraba Kaiyun-1, el primer satélite comercial de China para la conciencia situacional espacial, diseñado para la detección de colisiones y gestión de desechos orbitales. También se lanzó Yuxing-3 (08), destinado a la verificación en órbita de nuevos materiales variables en temperatura y equipado con una cámara de alta resolución para teledetección. El tercer satélite, Yunyao-1 (27), se integra en una constelación global de datos meteorológicos y cuenta con una carga útil de ocultación GNSS para el perfilado atmosférico.
Estos lanzamientos se producen en un contexto de notable expansión para el sector espacial comercial de China. El mercado ha crecido significativamente, pasando de 0.6 billones de yuanes en 2018 a 1.9 billones de yuanes en 2023, con una tasa de crecimiento anual compuesta del 23%. Este crecimiento es impulsado por un fuerte apoyo gubernamental, que considera la actividad espacial comercial como un catalizador para el crecimiento de alta calidad y un pilar de la innovación nacional.
A pesar de los avances, la industria espacial comercial china también enfrenta desafíos, como lo demostró el fallo del cohete Zhuque-2E de Landspace el 14 de agosto de 2025. La investigación determinó que un cortocircuito en la segunda etapa fue la causa de la anomalía. Landspace está implementando medidas correctivas y se prepara para futuros lanzamientos. Este incidente subraya la complejidad inherente al desarrollo de nuevas tecnologías espaciales.
En conjunto, los lanzamientos del Shiyan-29 y el Ceres-1 reflejan la madurez y la ambición de China en la exploración y utilización del espacio, posicionando al país como un actor cada vez más influyente en la economía espacial global.