Mercedes-Benz ha presentado una tecnología de frenado revolucionaria conocida como 'frenos in-drive' para vehículos eléctricos. Este sistema integra los frenos directamente en el mecanismo de transmisión, utilizando una pastilla de freno circular que se conecta al eje de salida del motor eléctrico, presionada contra un disco fijo refrigerado por agua.
Este diseño innovador elimina la necesidad de componentes de freno tradicionales, prometiendo un sistema sin mantenimiento durante toda la vida útil del vehículo. También aborda preocupaciones ambientales al recoger el polvo de freno en un compartimento sellado, reduciendo la contaminación del aire urbano.
Los 'frenos in-drive' aprovechan las capacidades de frenado regenerativo de los motores eléctricos, mejorando la eficiencia mientras reducen el peso del vehículo y mejoran la aerodinámica. Con la introducción de los estándares de emisiones Euro 7, esta tecnología podría ayudar a los fabricantes a cumplir con regulaciones ambientales más estrictas.
Actualmente en pruebas, la longevidad y efectividad de este sistema aún están por verse, pero representa un avance significativo en la tecnología de frenos automotrices.