Mercedes-Benz lanzará la próxima generación de su CLA coupé-limousine en 2025, marcando el primero de cuatro nuevos modelos basados en la plataforma MMA.
Los nuevos modelos compactos contarán con baterías de fosfato de hierro de litio (LFP), con el objetivo de reducir costos. El CLA será el primero en llegar al mercado, siguiendo el ejemplo de Volvo con su SUV eléctrico EX30.
Las baterías LFP, aunque tienen una densidad energética más baja que las baterías de níquel manganeso cobalto (NMC), ofrecen mayor seguridad y durabilidad. Fabricantes europeos como Stellantis y Renault también están adoptando esta tecnología.
La nueva serie A-Class incluirá cuatro modelos: CLA coupé-limousine, CLA familiar y dos variantes SUV. La A-Class eléctrica tiene como objetivo una autonomía de 750 kilómetros, utilizando una batería de 85 kWh para versiones superiores y una batería LFP de 58 kWh para los modelos base.
Mercedes afirma un consumo de 12 kWh por cada 100 kilómetros, apoyado por una innovadora transmisión de dos velocidades y una arquitectura de 800 voltios que permite una carga rápida a 320 kW.
El CLA será impulsado por un motor eléctrico de 200 kW, con un motor opcional de 80 kW para versiones de tracción total. Además, los modelos soportarán carga bidireccional, permitiendo que la energía de la batería alimente electrodomésticos.
También estarán disponibles versiones híbridas del CLA y la A-Class, con un motor de cuatro cilindros de 1,5 litros y tres niveles de potencia: 100, 120 y 140 kW.