El FBI llevó a cabo un registro autorizado judicialmente en la residencia de John Bolton, exasesor de Seguridad Nacional, el 22 de agosto de 2025. La operación se enmarca en una investigación sobre el manejo de información clasificada.
Kash Patel, director del FBI, confirmó la acción, declarando que "nadie está por encima de la ley". Bolton, quien ha sido un crítico vocal de la administración Trump tras su salida del cargo, no fue detenido ni se le han presentado cargos.
La investigación se intensifica tras el escrutinio de la memoria de Bolton de 2020, titulada "The Room Where It Happened", que la administración Trump intentó bloquear previamente por preocupaciones sobre información clasificada. El Departamento de Justicia retiró su caso relacionado con el libro en 2021.
Fuentes cercanas a la investigación sugieren que el alcance se extiende más allá del libro, abarcando acusaciones más antiguas sobre la filtración de materiales sensibles por parte de Bolton. Este evento se suma a una serie de investigaciones contra críticos de Trump, generando preocupaciones sobre posibles represalias gubernamentales.
Figuras como James Comey, John Brennan y Alexander Vindman también han sido objeto de investigaciones en los últimos meses. El libro de Bolton, publicado en junio de 2020, ofreció un relato crítico de su tiempo en la Casa Blanca, describiendo a Trump como un líder errático. La administración Trump intentó detener su publicación, alegando la presencia de información clasificada, pero un juez federal permitió su difusión, aunque señaló que Bolton "probablemente puso en peligro los intereses de seguridad nacional al divulgar material clasificado".
El Departamento de Justicia, bajo la administración Trump, inició una investigación penal en 2020, la cual fue cerrada sin cargos en 2021 por la administración Biden. El registro en la casa y oficina de Bolton representa una escalada significativa en la búsqueda de la administración Trump de uno de sus críticos más vocales. A pesar de las acciones previas de Trump, como la revocación de las credenciales de seguridad de Bolton y la cancelación de su protección del Servicio Secreto, el exasesor ha continuado criticando las políticas de Trump, calificando la administración actual como una "presidencia de represalias". La investigación sobre el manejo de información clasificada por parte de Bolton se produce en un contexto donde el propio expresidente Trump enfrenta cargos por el manejo indebido de documentos clasificados tras dejar el cargo en 2021.