Teoría Sugiere que la Gravedad Clásica Puede Inducir Entrelazamiento Cuántico

Editado por: Irena I

Dos físicos de Royal Holloway, parte de la Universidad de Londres, han desarrollado una demostración teórica que propone que los campos gravitacionales clasificados como clásicos son capaces de provocar el entrelazamiento cuántico entre materia, sin requerir la postulación de una teoría de gravedad cuántica. La investigación, liderada por el Dr. Richard Howl y el estudiante de posgrado Joseph Aziz, fue publicada en la revista Nature el 22 de octubre de 2025, en su volumen 646, páginas 813 a 817.

Este hallazgo conceptualmente desafía la noción predominante de que la gravedad cuántica es un requisito para que la interacción gravitacional induzca entrelazamiento. Durante más de un siglo, la física teórica ha buscado una unificación coherente entre la mecánica cuántica, que rige el ámbito subatómico, y la Relatividad General de Albert Einstein, que describe la gravedad a escalas cosmológicas. El estudio de Aziz y Howl se inspira en un experimento mental propuesto por Richard Feynman en 1957, el cual buscaba una prueba definitiva de la naturaleza cuántica de la gravedad mediante la observación de entrelazamiento inducido por un objeto en superposición cuántica.

Los resultados de Aziz y Howl indican que el entrelazamiento cuántico puede manifestarse incluso en ausencia de gravedad cuántica. El Dr. Howl explicó que su argumento postula que los campos gravitacionales clásicos poseen la capacidad de inducir este efecto entre partículas materiales. En la física clásica, la gravedad se interpreta como la curvatura del espaciotiempo, mientras que la teoría cuántica postula que las fuerzas fundamentales se transmiten mediante cuantos discretos. Los autores introducen el concepto de "cuasi-entrelazamiento", una forma tenue de entrelazamiento que surge de la interacción entre los campos gravitacionales clásicos y los campos cuánticos de la materia, mediado por procesos que involucran partículas virtuales, en lugar de los gravitones virtuales asociados a la gravedad cuántica.

Este descubrimiento no invalida la búsqueda de la gravedad cuántica, sino que expande el marco conceptual de la operación gravitacional. La distinción fundamental radica en la magnitud del efecto: una correlación fuerte sugeriría la presencia de gravedad cuántica, mientras que una correlación más débil podría explicarse por la gravedad clásica. Esto tiene implicaciones directas para los experimentos de mesa en curso, como los propuestos por grupos liderados por Markus Aspelmeyer en la Universidad de Viena y Sougato Bose en el University College London, quienes buscan detectar los campos gravitacionales de masas cada vez menores.

La verificación empírica de esta teoría enfrenta obstáculos técnicos considerables, principalmente la necesidad de preservar los sistemas contra la decoherencia ambiental. No obstante, el trabajo de Aziz y Howl proporciona información valiosa sobre los parámetros y el diseño experimental necesarios para distinguir robustamente entre los escenarios de gravedad clásica y cuántica, al predecir efectos que escalan de manera diferente. La comunidad científica, incluyendo figuras como Chiara Marletto de la Universidad de Oxford, ha reaccionado al avance teórico publicado en octubre de 2025, el cual redefine la estrategia experimental para sondear la unificación de las leyes fundamentales del universo.

Fuentes

  • Media Indonesia - News & Views -

  • Royal Holloway Physicist Featured in Nature for Quantum Gravity Research

  • Classical theories of gravity produce entanglement

  • Does quantum gravity exist? A new experiment has deepened the mystery

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