Nueva investigación sugiere que las protocélulas podrían haberse formado en diversos entornos en la Tierra primitiva

Editado por: Vera Mo

Los científicos llevan mucho tiempo tratando de comprender los orígenes de la vida en la Tierra, y un estudio reciente del Instituto de Ciencias de la Tierra y la Vida (ELSI) en Tokio, Japón, ha arrojado nueva luz sobre la formación potencial de protocélulas, los precursores de las células modernas. El estudio, publicado en la revista ACS Bio & Med Chem Au, sugiere que las microgotas de poliéster, que se consideran candidatas prometedoras para las estructuras protocelulares, podrían haberse formado en una gama más amplia de entornos de lo que se pensaba anteriormente.

La investigación, dirigida por el estudiante de doctorado Mahendran Sithamparam del Centro de Ciencias Espaciales (ANGKASA), Instituto de Cambio Climático, Universidad Nacional de Malasia, y codirigida por el profesor asociado Tony Z. Jia del ELSI y el científico investigador Kuhan Chandru de ANGKASA, se centró en la formación de microgotas de poliéster en condiciones que imitan la Tierra primitiva. El equipo descubrió que estas microgotas podían formarse incluso en entornos ricos en sales y a bajas concentraciones de ácidos alfa-hidroxi (αHAs), lo que desafía la suposición anterior de que solo podían formarse en escenarios de alta concentración o en cuerpos de agua más grandes.

Este hallazgo sugiere que las protocélulas podrían haber sido más comunes de lo que se pensaba anteriormente, formándose potencialmente en microentornos únicos como los poros de las rocas o las piscinas ricas en sales. El estudio también exploró los efectos de los diferentes niveles de salinidad en la formación de estas microgotas, encontrando que podían formarse en presencia de NaCl y KCl, pero no en presencia de MgCl2, lo que sugiere que los océanos primitivos podrían haber sido más selectivos en su composición iónica, favoreciendo ciertas concentraciones de sal sobre otras en el proceso de formación de protocélulas.

Las implicaciones de este estudio son significativas, ya que sugieren un panorama mucho más rico de la biosíntesis primitiva, donde numerosos entornos, desde entornos oceánicos profundos y arroyos de agua dulce hasta bolsas salinas en tierra, podrían haber servido como lugares de reproducción iniciales para la vida. Esta investigación ofrece un punto de partida para futuras investigaciones sobre los misterios del origen de la vida y podría tener implicaciones para la búsqueda de vida en otros cuerpos celestes con condiciones similares.

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