Un equipo internacional de científicos liderado por el premio Nobel Andrew Fire ha identificado una nueva entidad biológica en el microbioma humano, denominada "obelisco" por su forma alargada. Este descubrimiento, publicado en la revista Cell, revela un agente con un genoma más simple que el de los virus, lo que plantea preguntas sobre su función y su impacto en la salud humana.
La investigación, realizada mediante análisis bioinformáticos de secuencias genéticas de muestras fecales humanas, encontró que aproximadamente el 7% de las 440 muestras contenían estos nuevos agentes. El estudio también descubrió cerca de 30,000 especies de obeliscos en varias muestras biológicas recolectadas a nivel mundial, incluyendo ecosistemas como suelos, ríos y océanos.
Los obeliscos se caracterizan por sus diminutos genomas circulares de ARN de aproximadamente 1,000 nucleótidos, significativamente más pequeños que los de algunos virus conocidos. Carecen de la cubierta proteica típica de los virus, pero aún pueden codificar proteínas. Los hallazgos sugieren que los obeliscos podrían desempeñar un papel en la regulación de la actividad celular, con implicaciones potenciales para la salud, ya que los microbiomas que albergan estas bacterias influyen en varios aspectos fisiológicos, desde la digestión hasta la respuesta inmune.
Marcos de la Peña, coautor del estudio, señaló que este descubrimiento desafía las clasificaciones existentes de entidades biológicas, posicionando a los obeliscos entre los virus y los viroides, agentes subvirales que infectan plantas. El estudio enfatiza la complejidad del mundo microbiano y su impacto en nuestra comprensión de la virología, la biología y los orígenes de la vida en la Tierra.