Investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP) han identificado una nueva entidad biológica, denominada 'obelisco', que podría redefinir nuestra comprensión de las escalas biológicas y la diversidad microbiológica. Este hallazgo, liderado por el premio Nobel Andrew Fire de la Universidad de Stanford, fue publicado en la revista Cell.
El estudio utilizó bioinformática para analizar muestras del microbioma humano, revelando que aproximadamente el 7% contenía estos nuevos agentes subvirales de ARN, apodados obeliscos. Estos agentes se encontraron en personas sanas y enfermas, lo que sugiere que no están directamente relacionados con enfermedades.
Los obeliscos, caracterizados por su forma alargada, son elementos genéticos móviles simples que infectan bacterias. Los investigadores han detectado hasta 30,000 nuevas especies de obeliscos en diversas muestras ambientales, incluidos microbiomas animales, ríos y suelos.
Marcos de la Peña, coautor del estudio, enfatizó que este hallazgo indica un vasto ámbito inexplorado dentro del mundo microbiológico, lo que podría tener implicaciones para entender enfermedades metabólicas y otras condiciones de salud.
En un estudio separado del Instituto Weizmann en Israel, los investigadores descubrieron que ciertas bacterias pueden sobrevivir a viajes de larga distancia a través de tormentas de polvo del desierto. Aproximadamente el 10% de las bacterias muestreadas durante estas tormentas mostraron signos de vida, incluidas cepas patógenas como Pseudomonas, lo que plantea preocupaciones sobre los riesgos potenciales para la salud y los impactos agrícolas a medida que el cambio climático aumenta la frecuencia de las tormentas de polvo.
Los hallazgos sugieren que las bacterias transportadas por el aire podrían representar un riesgo para la salud humana y la agricultura, particularmente en regiones donde se asientan. Esto subraya la necesidad de advertencias de salud pública durante eventos de tormentas de polvo, especialmente para poblaciones vulnerables.
Mientras tanto, un estudio publicado en Nature ha revelado la importancia de las regiones intrínsecamente desordenadas ricas en lisina (IDR) en las pequeñas ribonucleoproteínas nucleolares eucariotas (snoRNP). Estas IDR están conservadas en eucariotas y desempeñan roles críticos en la biogénesis de ribosomas.
La investigación indica que los dominios KKE/D dentro de las snoRNP son esenciales para la organización y función nucleolar adecuada, influyendo en el reclutamiento de otras ribonucleoproteínas y manteniendo la estructura nucleolar. Este descubrimiento puede mejorar nuestra comprensión de la producción de ribosomas y su regulación en diversas condiciones celulares.