El reciente hallazgo realizado por arqueólogos turcos en la costa de Ayvalık está arrojando luz sobre un episodio poco explorado de la prehistoria humana. Las investigaciones indican que esta porción del litoral nororiental del Egeo pudo haber servido como un corredor de tránsito vital entre Anatolia y el continente europeo hace miles de años. Ocultos bajo capas de sedimentos y el paisaje moderno, los expertos han desenterrado 138 artefactos líticos que pertenecen a diversas etapas del Paleolítico. Este conjunto de descubrimientos, localizados en diez emplazamientos que abarcan una superficie de aproximadamente doscientos kilómetros cuadrados, representa la primera evidencia documentada de actividad paleolítica en esta región específica.
La publicación detallada en el *Journal of Island and Coastal Archaeology* explica el contexto geológico. Durante el apogeo del Período Glacial, cuando el nivel del mar se encontraba más de cien metros por debajo del actual, la costa de Ayvalık constituía una masa de tierra unificada. Las islas y penínsulas que vemos hoy formaban entonces un puente terrestre natural que conectaba la Anatolia continental con territorios occidentales que actualmente se encuentran bajo el agua. Este fenómeno geológico creó condiciones excepcionales para el movimiento de las comunidades ancestrales, ofreciendo una nueva perspectiva sobre las rutas de migración humana hacia Europa, complementando los caminos tradicionalmente considerados a través de los Balcanes y el Levante.
El equipo de arqueólogos, dirigido por la Dra. Göknur Karahan de la Universidad de Hacettepe y la Profesora Kadriye Özçelik de la Universidad de Ankara, ha identificado que la mayor parte de los artefactos recuperados fueron fabricados utilizando la técnica Levallois. Este método avanzado de lascado de piedra era característico tanto de los neandertales como de los primeros *Homo sapiens*, y tuvo una amplia difusión desde África hasta Eurasia. Entre los útiles hallados se encuentran hachas de mano, hendedores y lascas, lo que atestigua el alto nivel de destreza técnica y cognitiva de los antiguos habitantes. La presencia de estas herramientas en Ayvalık sugiere que la zona estaba integrada en una vasta red de interacción cultural que unía continentes.
Según los investigadores, el estado de conservación de los materiales resultó sorprendentemente bueno, a pesar de los intensos procesos geomorfológicos y las dificultades asociadas a las capas sedimentarias. La prospección superficial, que se llevó a cabo durante el verano de 2022, constituyó el paso inicial en el estudio de la historia milenaria de este litoral.
Los arqueólogos han anunciado que las futuras etapas de la investigación incluirán la implementación de excavaciones estratigráficas, métodos de datación absoluta y reconstrucciones paleoecológicas. Estas técnicas son esenciales para determinar con mayor precisión la cronología de los artefactos y recrear las condiciones ambientales de la antigüedad. La Dra. Hande Bulut, de la Universidad de Düzce, destacó el potencial de Ayvalık para generar nuevos descubrimientos arqueológicos, posicionándolo como un sitio clave para el estudio de la movilidad y la adaptación de las poblaciones prehistóricas. En su opinión, incluso los resultados iniciales confirman la importancia de la región para comprender los procesos tecnológicos y culturales en la cuenca oriental del Egeo.
En conclusión, este trascendental hallazgo no solo expande el mapa conocido de las migraciones humanas más remotas, sino que también subraya la función esencial que desempeñaron los paisajes hoy sumergidos en la configuración de los corredores por los que la humanidad se diseminó a lo largo de Eurasia. Ayvalık, que en épocas pasadas estuvo conectado a Europa por una franja de tierra firme, se convierte ahora en una pieza fundamental para descifrar cómo nuestros ancestros lograron sortear las barreras geográficas.