Nuevos hallazgos presentados por la Dra. Susanne Pfalzner del Centro de Investigación Jülich en Alemania sugieren que los objetos interestelares, como cometas y asteroides expulsados de sus sistemas de origen, podrían desempeñar un papel crucial en la formación de planetas, especialmente alrededor de estrellas de mayor masa.
La investigación, expuesta en la Reunión Conjunta EPSC-DPS2025 en Helsinki, aborda las limitaciones de los modelos tradicionales de formación planetaria, los cuales proponen una acreción gradual de polvo y roca en discos circunestelares. Estos modelos a menudo enfrentan dificultades para explicar cómo las partículas crecen más allá del tamaño de las rocas, ya que las colisiones suelen resultar en rebotes o fragmentaciones en lugar de adhesión.
Las simulaciones de Pfalzner indican que los discos formadores de planetas podrían capturar millones de objetos interestelares, cada uno comparable en tamaño a 'Oumuamua (aproximadamente 100 metros de longitud). Estas "semillas" prefabricadas podrían acelerar el crecimiento planetario al aglutinar material adicional. Este mecanismo también podría explicar por qué los gigantes gaseosos son comunes alrededor de estrellas similares al Sol pero escasos alrededor de las enanas M, ya que los discos protoplanetarios duran solo unos dos millones de años, un período a menudo insuficiente para la formación de planetas gigantes por acreción tradicional.
La Dra. Pfalzner planea investigar la probabilidad de que estos objetos capturados se conviertan en cuerpos planetarios y si su distribución dentro de los discos es uniforme o se concentra en puntos específicos que favorezcan la formación planetaria. El reciente descubrimiento del cometa interestelar 3I/ATLAS, observado en julio de 2025, proporciona datos valiosos para estos estudios. Las observaciones del telescopio SOAR en Chile indicaron que 3I/ATLAS no mostró una variabilidad significativa en su brillo, sugiriendo un núcleo estable y respaldando su potencial como bloque de construcción planetario.
El análisis espectroscópico de 3I/ATLAS reveló un espectro continuo rojizo, similar a objetos transneptunianos extremos, con un débil desplazamiento UV-óptico que sugiere la presencia de orgánicos complejos y irradiados. La ausencia de emisión de gas de especies cometarias canónicas en las observaciones tempranas de 3I/ATLAS indica que la actividad impulsada por sublimación aún no había comenzado a grandes distancias heliocéntricas, lo que sugiere que los objetos interestelares podrían tener mecanismos alternativos para la liberación de polvo.
La investigación de Pfalzner aborda el problema de la escala de tiempo para la formación de planetas gigantes, un desafío para los modelos de acreción tradicionales. Las estrellas de mayor masa son más eficientes en la captura de objetos interestelares, lo que sugiere que la formación de planetas sembrada por estos objetos es más probable a su alrededor. Las observaciones de 3I/ATLAS con el telescopio SOAR en julio de 2025 confirmaron su naturaleza estable, sin actividad eruptiva significativa, lo que respalda su potencial como bloque de construcción planetario.
El estudio de objetos interestelares como 3I/ATLAS ofrece una oportunidad única para comprender los procesos de formación de planetas y el surgimiento de planetas gigantes en diferentes entornos estelares. La Dra. Pfalzner continuará modelando la probabilidad de que estos objetos capturados se conviertan en cuerpos planetarios y su distribución dentro de los discos para favorecer la formación de planetas.