La Agencia Espacial Europea (ESA) se prepara para observar el cometa interestelar 3I/ATLAS mientras atraviesa nuestro sistema solar, un evento que promete arrojar luz sobre la naturaleza de estos enigmáticos visitantes cósmicos.
El 3 de octubre de 2025, las naves espaciales de la ESA en Marte, Mars Express y ExoMars Trace Gas Orbiter, dirigirán sus instrumentos hacia el 3I/ATLAS cuando este se aproxime al planeta rojo. Se espera que el cometa pase a unos 30 millones de kilómetros de Marte, una distancia que, aunque considerable, permitirá un estudio detallado de su composición y comportamiento. Posteriormente, la nave espacial Jupiter Icy Moons Explorer (JUICE), en su camino a Júpiter, observará al 3I/ATLAS entre el 2 y el 25 de noviembre de 2025. Estas observaciones se llevarán a cabo poco después de que el cometa alcance su perihelio, su punto más cercano al Sol, previsto para el 30 de octubre de 2025, a una distancia aproximada de 1.4 unidades astronómicas (UA). La proximidad al Sol intensificará la actividad del cometa, haciendo más visibles su cola y coma, y proporcionando información crucial sobre su estructura y la presencia de hielos volátiles.
El 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar conocido que visita nuestro sistema solar, siguiendo a 1I/'Oumuamua en 2017 y 2I/Borisov en 2019. A diferencia de sus predecesores, 3I/ATLAS se clasifica como un cometa, caracterizado por un núcleo sólido y helado envuelto en una envoltura de polvo. El Telescopio Espacial Hubble de la NASA capturó una imagen de este fenómeno el 21 de julio de 2025, revelando esta peculiar morfología. Las estimaciones sugieren que el diámetro del núcleo del cometa oscila entre 440 metros y 5.6 kilómetros.
La actividad esperada del cometa a medida que se acerca al Sol promete un espectáculo de datos. El aumento en el brillo y la expansión de su cola y coma proporcionarán información esencial sobre la composición y las dinámicas de los cometas interestelares. Estos estudios son fundamentales para comprender la diversidad de objetos que pueblan el espacio interestelar y las condiciones que prevalecen en otros sistemas estelares. Las misiones de la ESA no solo buscan comprender el 3I/ATLAS en sí mismo, sino también cómo interactúan estos objetos con el entorno de nuestro sistema solar. El análisis de su trayectoria, composición química y la forma en que reaccionan a la radiación solar y al viento solar ofrecerá una perspectiva más amplia sobre la formación y evolución de los sistemas planetarios. La colaboración entre diferentes naves espaciales y telescopios es clave para obtener una imagen completa de estos visitantes cósmicos.