Un equipo internacional de astrónomos, liderado por la Universidad de Sídney, ha detectado la ráfaga rápida de radio (FRB) más lejana conocida hasta la fecha, FRB 20240304B. La señal, captada por el radiotelescopio MeerKAT en Sudáfrica el 4 de marzo de 2024, proviene de una época en la que el universo tenía solo 3 mil millones de años, lo que corresponde a un corrimiento al rojo (redshift) de aproximadamente 2.148. Esto significa que la luz de esta explosión de radio ha viajado más de 11 mil millones de años para llegar a la Tierra.
La FRB 20240114B es la primera detectada durante el "amanecer cósmico", una era crucial hace entre 10 y 11 mil millones de años cuando la formación estelar alcanzó su punto álgido. La fuente de esta poderosa señal es una galaxia pequeña, con una masa estimada de unos 10 millones de masas solares, caracterizada por tener pocos metales y una activa formación estelar. Los datos del telescopio espacial James Webb confirmaron y detallaron esta galaxia anfitriona. El análisis de la señal reveló un alto grado de polarización lineal (49%) y una baja polarización circular (3%), lo que podría indicar una estructura de señal compleja o interacciones débiles de campos magnéticos. La medida de dispersión de la ráfaga, de aproximadamente 2,330 pársecs por centímetro cúbico (pc cm⁻³), confirma la inmensa distancia recorrida, duplicando el alcance de corrimiento al rojo de las FRBs localizadas y permitiendo a los astrónomos sondear el 80% de la historia del universo. El hecho de que la galaxia anfitriona sea relativamente joven, poco masiva y en activa formación estelar, sugiere que el origen de estas ráfagas podría estar relacionado con fenómenos como los magnetares. Este descubrimiento amplía significativamente nuestra ventana al universo primitivo y subraya el potencial de las FRBs como herramientas invaluables para desentrañar los misterios de la formación de galaxias y la evolución cósmica en sus etapas más tempranas.