La Niña y el Invierno 2025/2026: Frío y Nieve en Europa bajo la Influencia Climática

El invierno 2025/2026 en Europa se perfila bajo la influencia de La Niña, un fenómeno climático que promete alterar los patrones meteorológicos habituales, trayendo consigo un escenario potencialmente más frío y con mayor probabilidad de nevadas en diversas regiones.

Las proyecciones, basadas en modelos como el del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECMWF) y el sistema canadiense CanSIPS, sugieren la consolidación de una fase débil de La Niña. Este enfriamiento de las aguas del Pacífico ecuatorial altera la circulación atmosférica global, lo que se traduce en una mayor probabilidad de que masas de aire frío y húmedo alcancen latitudes medias europeas. Si bien el modelo del Reino Unido (UKMO) presenta una perspectiva ligeramente distinta, anticipando condiciones más secas y cálidas para gran parte del continente, la convergencia de análisis resalta la importancia de La Niña en la configuración del clima invernal.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) estima una probabilidad del 60% de que se desarrollen condiciones de La Niña entre octubre y febrero, previéndose una intensidad de débil a moderada. En cuanto a las precipitaciones níveas, la mayoría de Europa podría experimentar nevadas por debajo de la media. Sin embargo, Escandinavia y ciertas áreas del Reino Unido se perfilan como excepciones, con pronósticos de acumulaciones de nieve superiores a lo normal.

Noviembre se anticipa con menor actividad de nieve en general, aunque las zonas elevadas de Escandinavia podrían recibir cantidades significativas. Diciembre mantendría esta tendencia, con posibles nevadas más intensas en el centro de los Balcanes, el sur del Reino Unido y puntos escandinavos. Enero de 2026 se presenta como un mes clave, con expectativas de una mejora en el potencial de nieve en el Reino Unido y Europa central, posiblemente influenciado por un fortalecimiento de la alta presión en el norte que introduciría aire más frío.

La influencia de La Niña en Europa, aunque modulada por la distancia geográfica y otros patrones climáticos como la Oscilación del Atlántico Norte (NAO), se considera relevante. La NOAA ha advertido sobre un posible episodio breve de La Niña en el otoño y principios del invierno 2025-2026, aunque su impacto podría ser limitado. La anticipación de estas tendencias climáticas fomenta una perspectiva de resiliencia y adaptabilidad, permitiendo una mejor preparación para los ciclos naturales del planeta y la gestión de los recursos ante un invierno con características distintivas.