Científicos Reconstruyen 30.000 Años de Historia del Hielo Ártico Gracias a Partículas Cósmicas
Editado por: Inna Horoshkina One
Un innovador estudio, publicado el 6 de noviembre de 2025 en la prestigiosa revista Science, ha logrado desentrañar la dinámica del hielo marino en el Ártico durante los últimos 30.000 años. Esta profunda reconstrucción temporal supera con creces el corto período de observación satelital, que comenzó apenas en 1979 y que ya documenta una alarmante reducción del hielo estival superior al 42%.
Actualizaciones del hielo marino ártico 2025: Observaciones desde el espacio y de las comunidades
Este ambicioso proyecto interdisciplinario fue dirigido por Frankie Pavia, profesor asociado de oceanografía en la Universidad de Washington. Pavia, quien previamente desarrolló su labor investigadora en el Instituto de Tecnología de California (Caltech), se trasladó a Seattle a principios de 2024. Este movimiento le permitió establecer su propio laboratorio y liderar la investigación, que ya ha sido catalogada por la comunidad científica como “una de las reconstrucciones climáticas más elegantes de la década”.
El equipo científico se centró en el análisis de los sedimentos extraídos del fondo marino. Su atención se dirigió a un isótopo poco común, el helio-3, un componente de la constante lluvia de polvo cósmico que bombardea la Tierra, originado por explosiones estelares.
El mecanismo de datación resultó ser sorprendentemente preciso y revelador. Cuando el Ártico está cubierto por una capa densa de hielo perenne, esta cubierta helada actúa como un escudo, bloqueando el asentamiento del polvo extraterrestre en el fondo oceánico.
Por el contrario, si el hielo se retira o se reduce, las partículas cósmicas alcanzan libremente el lecho marino, mezclándose con los sedimentos. El examen de los núcleos de sedimento, recuperados de tres áreas estratégicas del Ártico, proporcionó datos cruciales.
Se determinó que durante el Último Máximo Glacial, hace aproximadamente 20.000 años, el depósito de polvo cósmico fue prácticamente nulo. Este hallazgo implica que la región central del Océano Ártico estaba completamente cubierta por una capa de hielo grueso, estable y de varios años de antigüedad.
Confirmación Biológica: Los Foraminíferos como Testigos
Los investigadores complementaron el análisis geoquímico con el estudio de las conchas de foraminíferos, organismos microscópicos cuyas estructuras minerales se conservan en los sedimentos. Se observó una correlación directa: en los períodos de mínimo hielo, los foraminíferos mostraban un consumo máximo de nitrógeno, un indicador claro de picos de productividad del fitoplancton.
Esta conclusión biológica es fundamental para comprender el futuro. La actual reducción del hielo ártico en el siglo XXI podría desencadenar cambios drásticos en la bioproductividad oceánica. Esto, a su vez, afectaría a toda la cadena alimentaria marina, desde las algas microscópicas hasta los grandes mamíferos marinos.
El Ártico del Pasado: Espejo del Futuro
La reconstrucción que abarca 30.000 años demuestra que el sistema ártico es mucho más variable y sensible de lo que se creía. Los datos obtenidos están siendo utilizados ahora para refinar los modelos climáticos que proyectan la desaparición total del hielo de verano en el Ártico para mediados del siglo XXI.
El hallazgo principal de la investigación es inequívoco: los ritmos contemporáneos de calentamiento y la consecuente pérdida de hielo exceden significativamente las fluctuaciones naturales observadas a lo largo de los últimos treinta milenios.
El polvo cósmico, depositado en el fondo del océano, nos recuerda una verdad profunda: incluso el hielo guarda la memoria de las estrellas.
Fuentes
ScienceDaily
National Snow and Ice Data Center
Reuters
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