Una pluma de roca caliente que se eleva desde las profundidades del manto terrestre levantó la Península Arábiga hace unos 20 millones de años, creando un puente terrestre entre África y Asia. Este evento puso fin al aislamiento de África de 75 millones de años e impactó significativamente la migración y evolución animal.
El levantamiento, impulsado por la convección del manto, cerró el mar de Tetis antes de lo esperado, dividiéndolo en el Mediterráneo y el Mar Arábigo. Este puente terrestre permitió a animales como elefantes, jirafas y guepardos migrar entre continentes, diversificando sus hábitats e impulsando cambios evolutivos. Eivind Straume señaló que el momento de la formación del puente terrestre fue crítico para la migración de primates, influyendo en los linajes que sobrevivieron y evolucionaron.
La formación del puente terrestre árabe también alteró drásticamente las corrientes oceánicas y los patrones climáticos. El cierre del mar de Tetis condujo a temperaturas oceánicas más cálidas, mayores rangos de temperatura estacionales y la aridificación desde el norte de África hasta Asia central, contribuyendo a la formación del desierto del Sahara. Thorsten Becker enfatizó la relevancia del estudio para comprender las conexiones entre los procesos de la Tierra, la vida y la tectónica.