Hallazgo de Ciudad Subterránea Pre-Nazca Cuestiona Cronología Cultural Regional

A inicios del año 2025, un equipo transnacional de arqueólogos confirmó la existencia de una extensa urbe oculta bajo la superficie, localizada directamente debajo de las célebres Líneas de Nazca en el Perú. La detección inicial de esta vasta estructura se consiguió mediante la aplicación de tecnología de radar de penetración terrestre (GPR), utilizada por investigadores adscritos al Ministerio de Cultura peruano y la Universidad de Cambridge. Este complejo subterráneo parece anteceder la traza de los geoglifos en la planicie superior, lo que sugiere que una civilización organizada floreció en la región de Nazca siglos antes de las estimaciones históricas previas.

Este descubrimiento obliga a reevaluar la secuencia temporal de las ocupaciones culturales en la costa centro-sur del Perú, una zona tradicionalmente asociada a las culturas Paracas y Nazca, que se desarrollaron aproximadamente entre el 700 a.C. y el 800 d.C. El mapeo preliminar indica que este asentamiento subyacente abarca múltiples kilómetros cuadrados, revelando una matriz compleja de pasajes, cámaras y estructuras que parecen tener un índole ceremonial. La Dra. Elena Vargas, líder de la excavación por el Ministerio de Cultura, ha señalado que la técnica arquitectónica exhibe paralelismos con las fases tempranas de la cultura Paracas, aunque la magnitud de la construcción no tiene precedentes en el área geográfica.

Un hallazgo crucial en el nivel más superficial y accesible fue un conjunto de vasijas cerámicas intactas, portando iconografía que difiere notablemente de los patrones artísticos conocidos tanto de Nazca como de Paracas. Este contraste iconográfico apunta a una identidad cultural distinta o a una etapa de transición aún no documentada. Paralelamente, en el área superficial, se identificaron 29 geoglifos adicionales, datados entre el 300 a.C. y el 100 d.C., que miran hacia las Líneas de Nazca y que podrían estar asociados a deidades felinas o al agua, según el arqueólogo Omar Bendezú, quien lideró ese estudio.

El propósito exacto de este masivo complejo subterráneo permanece como un enigma fundamental, generando intensa atención en los círculos arqueológicos globales. El acceso a los niveles más profundos de la ciudad oculta ha sido restringido temporalmente mientras se llevan a cabo evaluaciones exhaustivas de la estabilidad estructural del emplazamiento y se diseñan protocolos de conservación especializados. Esta medida cautelar se implementa en un contexto sensible, dado que el Ministerio de Cultura, en mayo de 2025, anunció y luego revirtió parcialmente una reducción en el área de la reserva de las Líneas de Nazca, reafirmando la extensión original de 5.633,47 kilómetros cuadrados establecida en 2004. La preservación de un sitio de esta escala requiere una coordinación rigurosa entre instituciones gubernamentales y académicas, como la que se ha establecido previamente con universidades como la Nacional San Luis Gonzaga de Ica.