El trabajo arqueológico en curso en la Ciudad Portuaria Antigua de Bathonea, ubicada estratégicamente a orillas del Lago Küçükçekmece en el distrito de Avcılar de Estambul, ha revelado pruebas contundentes de la existencia de talleres avanzados dedicados a la elaboración de aceite de oliva y vino. Estos descubrimientos ofrecen una perspectiva fundamental sobre la organización económica de la región durante la Antigüedad, sugiriendo un nivel de complejidad manufacturera que va mucho más allá de las operaciones domésticas básicas. La Profesora Dra. Şengül Aydıngün, perteneciente al Departamento de Arqueología de la Universidad de Kocaeli, ha confirmado que los hallazgos de los dos últimos años de excavación han puesto de manifiesto un complejo industrial considerable, enfocado en la producción de estas dos mercancías esenciales.
La campaña de excavación de esta temporada ha desenterrado un elemento particularmente notable, situado en las inmediaciones de una estructura previamente identificada con forma de cuenca: un área distinguida por un detallado diseño ornamental. Este rasgo incluye una piedra meticulosamente tallada con la forma de una cabeza de león, que funcionaba como un caño por donde los líquidos fluían directamente hacia un estanque de fermentación. Esta ingeniosa integración artística en un proceso netamente industrial, con el pico tallado guiando los fluidos hacia el recipiente, se considera el artefacto más crucial de la temporada actual. Este hallazgo subraya la profunda relevancia cultural que se incrustaba incluso en los métodos de producción más básicos de la Edad Antigua Temprana.
El yacimiento cumple, sin lugar a dudas, con los criterios necesarios para ser clasificado como un auténtico centro de producción a gran escala. Entre sus componentes se encuentra una plataforma plana diseñada para el prensado de aceitunas o uvas, además del caño decorativo que desemboca en el tanque de fermentación. Adicionalmente, los investigadores han recuperado una gran cantidad de ánforas, muchas de las cuales conservan sellos que indican su origen y fecha, junto con delicadas copas de vidrio. La abundancia y variedad de estos elementos enfatizan la escala considerable de la operación comercial. Un detalle intrigante que sugiere la posible existencia de actividad ritual fue el descubrimiento de huesos de animales dentro del estanque de fermentación, que la Profesora Dra. Aydıngün sugirió que podrían ser vestigios de ritos religiosos o ceremonias.
La Profesora Dra. Aydıngün ha proporcionado el contexto histórico pertinente, señalando que el conocimiento de la viticultura y el cultivo del olivo se diseminó ampliamente desde Anatolia y Mesopotamia a lo largo de la cuenca del Mediterráneo. El vino, en particular, gozaba de un estatus elevado dentro de las civilizaciones tracias y egeas de Anatolia, sirviendo inicialmente como libación para las deidades y un bien exclusivo de la élite, antes de alcanzar una distribución más amplia. La presencia de ánforas inscritas en Bathonea sugiere que el puerto era un participante activo en una red económica antigua altamente regulada, canalizando bienes de alto valor hacia el mundo exterior. Esto es especialmente relevante considerando el papel de la región del Mar Negro como un nexo crucial para el comercio marítimo que conectaba el Egeo y el Cercano Oriente.
Las excavaciones, que se iniciaron en 2009 como parte del 'Proyecto Patrimonio para el Futuro' impulsado por el Ministerio de Cultura y Turismo y la Universidad de Kocaeli, continúan arrojando luz sobre las estructuras fundacionales que sustentaron el surgimiento de una metrópolis de la talla de Estambul. La expansión y la complejidad demostrada por el complejo de aceite de oliva o bodega en Bathonea lo establecen firmemente como un emplazamiento arqueológico de excepcional importancia para comprender la historia económica y social de la región.