Una foca utiliza la embarcación de un fotógrafo en el Estrecho de Salish para escapar de una manada de orcas
Editado por: Olga Samsonova
Un episodio de supervivencia extraordinario y poco común fue documentado en las aguas costeras de Seattle, donde se presenció una intensa interacción entre depredador y presa. Una foca común (o foca de puerto) logró eludir la persecución de una formidable manada de orcas, compuesta por no menos de ocho individuos del tipo Biggs. La foca encontró un refugio inesperado y temporal a bordo de una embarcación de recreo privada. Este dramático incidente tuvo lugar en la vasta y compleja cuenca del Estrecho de Salish, ofreciendo una cruda ilustración de la dinámica de vida o muerte inherente a este ecosistema marino.
Es fundamental diferenciar a las orcas de tipo Biggs, conocidas también como orcas transitorias, de sus contrapartes residentes. Las Biggs poseen una dieta especializada, centrada exclusivamente en la caza de mamíferos marinos, como focas, leones marinos y marsopas. Por el contrario, los grupos residentes basan su alimentación casi por completo en el salmón. El entorno donde habitan estas poblaciones de cetáceos está cada vez más afectado por la actividad humana, destacando la contaminación acústica generada por el intenso tráfico marítimo. Este ruido subacuático representa una amenaza significativa, ya que puede desorientar a los animales e interferir con sus patrones de migración y comunicación vitales. En respuesta a esta problemática ambiental, el estado de Washington ha puesto en marcha el programa “Quiet Sound”, cuyo objetivo es fomentar la reducción voluntaria de la velocidad de los buques para minimizar el impacto sonoro.
El fotógrafo Sharve Drucker no solo fue testigo de la escena, sino que también logró documentar la persecución en detalle. Observó cómo las orcas, en un despliegue de caza altamente organizado, ejecutaban maniobras coordinadas y propinaban potentes golpes con sus colas, buscando desorientar y agotar a la presa. La foca, en un acto instintivo de desesperación y astucia, encontró su salvación al subir a la popa del barco de Drucker, una embarcación de veinte pies de eslora. Utilizó específicamente la plataforma de natación como su búnker provisional. Siguiendo rigurosamente las directrices de conservación marina, Drucker actuó con prontitud y responsabilidad, apagando inmediatamente el motor para garantizar que su presencia no alterara ni influyera artificialmente en el desenlace natural de la confrontación entre la foca y los depredadores.
La tensa situación de asedio se prolongó durante un lapso considerable de aproximadamente quince minutos. Durante este tiempo, la manada de orcas, mostrando una persistencia notable, intentó por todos los medios desalojar a la foca de su refugio. Lo hicieron golpeando el casco de la embarcación y generando grandes olas que buscaban desestabilizar al pequeño mamífero. Esta impresionante cohesión social y la inteligencia táctica demostrada en su trabajo en equipo son las características clave que han posicionado a las orcas como los depredadores ápice de los océanos. Solo después de agotar sus esfuerzos, la manada decidió retirarse y alejarse, permitiendo que la foca, exhausta pero ilesa, permaneciera en la seguridad relativa que le ofrecía la plataforma.
Este incidente sirve como un poderoso recordatorio de la resiliencia y la capacidad de adaptación de la fauna salvaje ante condiciones extremas de supervivencia y una alta actividad depredadora. Encuentros tan dramáticos como este en el Estrecho de Salish, una zona cuya salud ecológica se ve comprometida por la contaminación y el ruido constante de los grandes buques de carga, ponen de relieve la urgencia de las medidas de protección ambiental. Si bien la fuerza de la mordida de una orca adulta puede alcanzar una magnitud devastadora, en este caso particular, la combinación de la inteligencia de la foca y la rapidez con la que utilizó la embarcación como santuario fueron los factores determinantes para su supervivencia. El evento enfatiza el frágil equilibrio que sostiene los ecosistemas marinos y la imperiosa necesidad de que los navegantes observen y respeten estrictamente las normas de navegación en las proximidades de los hábitats naturales.
Fuentes
The Guardian
Seal escapes orca hunt by jumping onto photographer's boat
Killer whales amaze Seattle onlookers with a rarely seen bird hunt
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