Legisladores de Nueva York han introducido la Asamblea Bill 8966, una propuesta de ley que establecería un impuesto del 0.2% sobre las transacciones de activos digitales, incluyendo criptomonedas y tokens no fungibles (NFTs). Si se aprueba, esta medida entraría en vigor el 1 de septiembre de 2025, con el objetivo de regular el creciente mercado de activos digitales y generar ingresos para el estado.
La iniciativa, impulsada por el miembro de la Asamblea Demócrata Phil Steck, destinaría los fondos recaudados a la expansión de programas de prevención e intervención contra el abuso de sustancias en escuelas del norte del estado. Steck estima que este impuesto podría generar aproximadamente 158 millones de dólares anuales, basándose en datos de Chainalysis y estadísticas recientes del PIB. Esta propuesta subraya la creciente atención de los gobiernos hacia la economía digital y la necesidad de adaptar los marcos fiscales a las nuevas tecnologías.
La comunidad de criptomonedas ha expresado preocupación ante esta propuesta, temiendo que el impuesto pueda desalentar la actividad comercial, frenar la innovación y motivar la reubicación de negocios a jurisdicciones con regulaciones más flexibles. Históricamente, Nueva York ha implementado políticas estrictas, como la BitLicense en 2015, que llevó a algunas empresas a abandonar el estado debido a las cargas de cumplimiento. La nueva tasa impositiva podría añadir una capa adicional de complejidad y costos.
Actualmente, Nueva York trata las criptomonedas como propiedad para fines fiscales, aplicando las tasas del impuesto sobre la renta ordinario a las ganancias de capital. La propuesta de la Asamblea Bill 8966 representa un paso más allá al imponer un impuesto específico sobre las transacciones, un enfoque que podría sentar un precedente para otras jurisdicciones en Estados Unidos. La medida deberá superar varias etapas legislativas, incluyendo la revisión en comité, la votación en la Asamblea y el Senado, y la aprobación final del gobernador.