Las arcas del Estado irlandés registraron una recaudación por concepto de impuesto de sociedades de 10.000 millones de euros durante el mes de noviembre de 2025. Esta cifra establece un nuevo máximo histórico para un solo mes, un logro alcanzado tras excluir deliberadamente el pago extraordinario y puntual derivado del caso fiscal de Apple. Esta entrada de capital tan significativa supone un incremento de 2.700 millones de euros en comparación con los ingresos obtenidos en noviembre del año anterior, lo que subraya la notable fortaleza concentrada en el sector de las multinacionales.
Irlanda
Los datos oficiales, divulgados el 3 de diciembre de 2025 por el Departamento de Finanzas, sitúan al país en una senda muy sólida para materializar un superávit presupuestario considerable al cierre del ejercicio 2025. Se prevé que este excedente supere los 10.000 millones de euros, incluso sin contabilizar los ingresos excepcionales procedentes de Apple. Este desempeño financiero tiene una influencia directa en la planificación fiscal a medida que la nación se prepara para las conversaciones del Presupuesto 2026.
Las cifras acumuladas hasta la fecha de cierre de noviembre revelan que la recaudación tributaria total ascendió a 97.000 millones de euros, lo que representa un aumento interanual del 8,2 por ciento. Dentro de este total, los ingresos por impuesto de sociedades, descontando la liquidación de Apple, se sitúan en 29.400 millones de euros. Esto refleja un crecimiento vigoroso del 14,9 por ciento respecto al mismo periodo de 2024. Además, el Impuesto sobre la Renta creció un 4,6 por ciento interanual, sumando 33.700 millones de euros, mientras que el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) experimentó un alza del 5,0 por ciento, alcanzando los 22.500 millones de euros.
Históricamente, noviembre es el mes clave para la recaudación, ya que concentra los pagos principales del impuesto corporativo y las liquidaciones finales del IVA. Este hecho confirma la solidez continua de la actividad económica, tanto en el ámbito del empleo como en el gasto de los consumidores. A pesar de estos titulares positivos, las autoridades, incluido el Tánaiste y Ministro de Finanzas, Simon Harris, T.D., insisten en la necesidad de mantener la prudencia fiscal.
Dicha cautela se debe a los riesgos inherentes derivados de la concentración de ingresos. Un documento analítico del Departamento de Finanzas, titulado 'Vulnerabilidades Fiscales: costes crecientes, base estrecha', detalla cómo una porción desproporcionada de los ingresos proviene de un grupo reducido de grandes entidades multinacionales, especialmente en los sectores tecnológico y farmacéutico. El análisis muestra que el impuesto de sociedades se ha vuelto fundamental para el Tesoro, representando casi un tercio de todos los ingresos fiscales en 2024, un salto considerable desde el promedio de cerca del 13 por ciento registrado en las dos décadas previas a 2015.
La concentración del riesgo fiscal se mantiene alta. Informes recientes indican que tan solo tres empresas generaron aproximadamente el 38 por ciento de la recaudación del impuesto de sociedades en 2023. David McNamara, economista jefe de AIB, sugiere que el repunte de la recaudación corporativa de noviembre se debe, en parte, a la alta concentración de ingresos de estas grandes multinacionales, posiblemente acelerada por la expectativa de futuros aranceles estadounidenses. Esta dependencia sectorial, fuertemente inclinada hacia las multinacionales estadounidenses que aportan cerca de tres cuartas partes de dicho impuesto, expone al Tesoro a riesgos idiosincráticos si estas compañías clave modifican sus estrategias operativas.
El contexto actual también incluye la inminente entrada en vigor del tipo mínimo global del 15 por ciento acordado por la OCDE, un factor que los expertos anticipan que impulsará aún más el crecimiento de los ingresos por impuesto de sociedades en 2026. Las proyecciones para el total del año 2025 sitúan la recaudación por impuesto de sociedades en torno a los 32.000 millones de euros, en línea con la previsión agregada de ingresos fiscales de 104.600 millones de euros establecida durante la planificación del Presupuesto 2026.
Si bien este sólido rendimiento tributario respalda una posición económica favorable en medio de la incertidumbre global, el documento del Departamento de Finanzas advierte que las vulnerabilidades fiscales persisten debido a la base estrecha de generación de ingresos. El consenso entre los organismos oficiales es claro: aunque el superávit actual es considerable, el gobierno debe abstenerse de asignar estos recursos volátiles a compromisos de gasto permanentes. En su lugar, se debe priorizar el ahorro de fondos para garantizar la estabilidad fiscal futura, un sentimiento que el Ministro Harris ha reiterado en varias ocasiones.
