Los mercados financieros a nivel mundial contienen la respiración a la espera del discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, en el Simposio Económico de Jackson Hole. Este evento anual, celebrado en Wyoming, es un punto de encuentro crucial donde los líderes de los bancos centrales, académicos y participantes del mercado convergen para discutir las políticas monetarias y las perspectivas económicas.
La atención se centra en la posibilidad de un recorte de las tasas de interés en septiembre. Datos económicos recientes, como la debilidad en el crecimiento del empleo y una inflación moderada, han alimentado estas expectativas. La probabilidad de un recorte de 25 puntos básicos en septiembre se sitúa actualmente en torno al 83%-85%, según diversas herramientas de seguimiento del mercado. Sin embargo, la persistencia de ciertas presiones inflacionarias, exacerbadas por políticas arancelarias, presenta un panorama complejo para la Fed.
Powell, en su discurso, podría ofrecer señales sobre la dirección futura de la política monetaria. Si bien los minutos de la última reunión del FOMC indicaron una postura mayoritariamente unánime para mantener las tasas sin cambios debido a los riesgos inflacionarios, existe una disidencia interna. La decisión de la Fed será crucial, ya que su política tiene un efecto dominó en la economía global, influyendo en los costos de endeudamiento, las inversiones y el crecimiento económico en todo el mundo.
Los mercados asiáticos mostraron un comportamiento mixto en la jornada del 21 de agosto de 2025. El Nikkei de Japón descendió un 0.6%, mientras que el KOSPI de Corea del Sur experimentó un alza del 0.9%. En China, el índice compuesto de Shanghái avanzó un 0.4%, reflejando un posible cambio en la postura de Beijing hacia los activos digitales. El índice Hang Seng de Hong Kong, por su parte, se mantuvo prácticamente plano.
Históricamente, los discursos en Jackson Hole han servido como plataformas para anunciar cambios significativos en la política monetaria. La cautela de la Fed ante la inflación, combinada con la necesidad de apoyar el empleo, crea un delicado equilibrio. Los analistas sugieren que cualquier indicio de una política monetaria más laxa podría fortalecer el dólar estadounidense, mientras que las señales de endurecimiento podrían tener el efecto contrario. La atención se mantiene en los próximos informes de empleo e inflación para determinar el curso de acción de la Fed.