El oro rompe récords impulsado por la geopolítica y las expectativas de la Reserva Federal: Un análisis de mercado

Editado por: gaya ❤️ one

El viernes 17 de octubre de 2025, los mercados globales fueron testigos de una escalada continua en la cotización del oro, un metal precioso que alcanzó nuevos máximos históricos. Este impresionante ascenso está intrínsecamente ligado al aumento de las tensiones geopolíticas, particularmente entre Estados Unidos y China, y a la creciente anticipación del mercado respecto a una flexibilización de la política monetaria por parte de la Reserva Federal (Fed). Ante la creciente incertidumbre global, los inversores están redirigiendo activamente sus capitales hacia activos considerados refugio seguro, buscando protegerse de los riesgos sistémicos.

Los datos del mercado confirman una dinámica sin precedentes para el metal dorado. El 15 de octubre de 2025, el oro ya había superado la barrera de los 4200 dólares por onza. Durante las operaciones europeas del viernes, la cotización alcanzó un máximo histórico de 4218 dólares por onza. Algunas fuentes indicaron que, ese mismo 17 de octubre de 2025, el precio del oro se aproximó a los 4400 dólares por onza. Este repunte contrasta notablemente con la evolución más moderada observada en otros mercados; por ejemplo, el índice indio Nifty se negociaba alrededor de los 25 600 puntos en la mañana del viernes. Cabe destacar que el 16 de octubre, el valor del oro había alcanzado los $4380 por onza, y se estima que la capitalización de mercado total del metal superó los 30,38 billones de dólares.

Los principales elementos que han impulsado este rally son, por un lado, la intensificación de las disputas comerciales entre Washington y Pekín, y por otro, la expectativa de recortes en las tasas de interés de la Fed. La posibilidad del regreso de Donald Trump al poder en Estados Unidos, junto con su promesa de imponer aranceles del 60% a China, ha desatado una nueva ola de nerviosismo que afecta profundamente a las cadenas de suministro globales. Además, la prolongada paralización del gobierno estadounidense (shutdown) también ha exacerbado la ansiedad de los inversores. Las expectativas de una política monetaria más laxa por parte de la Fed, reforzadas por las declaraciones del presidente Jerome Powell sobre señales de debilitamiento en el mercado laboral, han llevado a los inversores a descontar casi por completo una reducción de la tasa de 25 puntos básicos para el mes en curso, con una alta probabilidad de una repetición en diciembre. Históricamente, la disminución de las tasas de interés incrementa el atractivo del oro, un activo que no genera rendimiento.

Ante este panorama, las principales firmas de análisis están revisando al alza sus proyecciones. Goldman Sachs, por ejemplo, elevó su pronóstico para 2025 a 3700 dólares por onza, e incluso contempla un escenario extremo que podría llevar el precio hasta los 4500 dólares. HSBC también incrementó su pronóstico de precio promedio anual para 2025 a 3355 dólares por onza, citando el fortalecimiento de la demanda de activos de "refugio seguro". Los expertos coinciden en que las perspectivas del oro para 2026 dependerán crucialmente de la trayectoria de las tasas de la Fed y de la evolución de las relaciones entre Estados Unidos y China. En caso de que la tensión se intensifique, el precio podría superar la marca de los 5000 dólares por onza. La comunidad financiera global sigue de cerca las futuras declaraciones de la Fed y el desarrollo de la retórica comercial, ya que estos factores están redefiniendo la realidad para los flujos de capital.

Fuentes

  • NDTV Profit

  • Chronicle Journal

  • SignalBoat Blog

  • Energy News

  • FPG Fortune Prime Global

  • Investing.com

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