El 12 de agosto de 2025, Estados Unidos anunció la extensión por 90 días de la suspensión temporal de aumentos arancelarios sobre bienes chinos. Esta medida, formalizada mediante una orden ejecutiva firmada por el Presidente Donald Trump, mantiene las tarifas actuales en un 30% para los productos chinos que ingresan a Estados Unidos y en un 10% para los productos estadounidenses que llegan a China. La decisión busca aliviar las tensiones comerciales entre las dos economías más grandes del mundo y proporcionar un espacio crucial para las negociaciones en curso.
Esta extensión de la tregua se produce tras una reciente ronda de conversaciones en Estocolmo, donde el Secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, se reunió con el Viceprimer Ministro de China, He Lifeng. Las discusiones, descritas como constructivas, representan un paso adelante en la búsqueda de un entendimiento mutuo. La medida ha sido recibida con optimismo en los mercados financieros globales, impulsando al índice Nikkei 225 de Japón a un máximo histórico de 42.613,63 puntos el 8 de agosto de 2025. Si bien la extensión de 90 días ofrece un alivio temporal, persisten desafíos significativos como el acceso al mercado y la protección de la propiedad intelectual. Los analistas de Goldman Sachs estimaron que, hasta junio de 2025, los consumidores estadounidenses habían absorbido aproximadamente el 22% de los costos arancelarios. La decisión de extender la tregua coincide con expectativas de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, tras datos de inflación de julio que mostraron una estabilidad anual del 2.7%. La resolución de las disputas comerciales subyacentes requerirá diálogo continuo y compromiso con la cooperación para una mayor resiliencia económica mundial.