Estados Unidos implementará aranceles del 50% sobre una amplia gama de productos originarios de la India a partir del 27 de agosto de 2025. Esta medida, anunciada por el Departamento de Seguridad Nacional de EE. UU., eleva significativamente las tasas de importación existentes y responde a la continua adquisición de petróleo ruso por parte de la India.
La decisión ha generado considerable preocupación en el sector exportador indio, con proyecciones que sugieren un impacto económico sustancial. Los nuevos aranceles afectarán a sectores intensivos en mano de obra, como el textil, las gemas y la joyería, el cuero, la maquinaria, los muebles y los productos marinos. Se estima que las exportaciones de estos sectores podrían disminuir hasta en un 70%, lo que se traduciría en pérdidas de empleo significativas.
El valor de las exportaciones indias a EE. UU. que enfrentarán el arancel del 50% asciende a aproximadamente 60.200 millones de dólares, lo que representa alrededor del 66% del total de las exportaciones anuales de la India a EE. UU., valoradas en unos 86.500 millones de dólares. Algunos analistas advierten que esta medida podría reducir el crecimiento económico de la India hasta en 0.8 puntos porcentuales anuales.
El gobierno indio ha expresado su descontento, calificando las acciones de EE. UU. como "injustas, injustificadas e irrazonables". Si bien la India ha defendido sus compras de petróleo ruso como una medida para asegurar su estabilidad económica y mantener su autonomía estratégica, EE. UU. considera estas transacciones como una amenaza a su política exterior. A pesar de la presión, la India está explorando mercados alternativos y fortaleciendo sus lazos comerciales con Rusia para mitigar el impacto económico.
Existen ciertas exenciones a estos nuevos aranceles. Los envíos que salieron de la India antes del 27 de agosto de 2025 y que sean despachados en EE. UU. antes del 17 de septiembre de 2025 no estarán sujetos a la tasa adicional. Además, categorías específicas como el acero, el aluminio, los vehículos de pasajeros, los productos de cobre, las donaciones humanitarias y los materiales informativos están excluidas de este recargo. Sin embargo, los productos indios que ingresen a las Zonas de Comercio Exterior de EE. UU. después de la fecha de entrada en vigor deberán cumplir con un estatus especial de "privilegiado", lo que significa que seguirán estando sujetos a los nuevos aranceles una vez liberados en el mercado estadounidense.
Esta disputa comercial podría generar reacciones inmediatas en los mercados globales, afectando particularmente a los sectores que dependen del comercio entre la India y EE. UU. La situación sigue siendo fluida, con discusiones en curso entre ambas naciones para resolver esta creciente tensión comercial. La India, por su parte, ha reafirmado su compromiso con la autosuficiencia y la protección de sus industrias nacionales, buscando activamente estrategias para navegar este complejo panorama económico y fortalecer su resiliencia frente a presiones externas.