El mercado bursátil de la India experimentó una notable caída el 28 de agosto de 2025, reflejando la inquietud global ante el endurecimiento de las tensiones comerciales. El índice de referencia BSE Sensex retrocedió un 0.75%, cerrando en 80,315.2 puntos, mientras que el Nifty 50 disminuyó un 0.63%, situándose en 24,583.75 puntos. Esta fluctuación subraya la sensibilidad de los mercados ante las dinámicas geopolíticas y las políticas comerciales internacionales.
La decisión del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos de duplicar los aranceles sobre las importaciones indias del 25% al 50% ha generado un impacto económico considerable. Esta medida, justificada por la continua adquisición de petróleo ruso por parte de la India, ha mermado la capitalización bursátil, con las empresas listadas en el BSE perdiendo aproximadamente 2 lakh de crore de rupias, descendiendo de 449 lakh de crore a 447 lakh de crore. Los analistas anticipan que la presión sobre el mercado continuará, afectando particularmente a los sectores con un alto componente exportador.
La retirada de más de 700 millones de dólares por parte de inversores de cartera extranjeros es un claro indicador de la cautela que prevalece en el mercado. La India, que en 2024 vio a Estados Unidos como su principal destino de exportación con envíos valorados en 87.300 millones de dólares, se enfrenta ahora a un panorama desafiante. Exportadores de textiles, mariscos y joyería han reportado la anulación de pedidos a Estados Unidos, con rivales como Bangladés y Vietnam aprovechando la situación.
En respuesta a esta situación, el gobierno indio está activamente explorando estrategias para mitigar el impacto económico. Entre las medidas consideradas se encuentran la diversificación de las exportaciones hacia mercados emergentes en América Latina, África y el sudeste asiático, así como la renegociación de acuerdos comerciales existentes y la búsqueda de nuevas alianzas. Internamente, se están evaluando reformas para estimular el consumo local y se considera la posibilidad de reducir impuestos y ofrecer incentivos financieros a los exportadores, como tipos de interés favorables en los préstamos bancarios.
Estos esfuerzos buscan fortalecer la resiliencia económica del país y proteger a las pequeñas y medianas empresas, que son particularmente vulnerables a las fluctuaciones del comercio internacional. La situación actual pone de manifiesto la interconexión de las economías globales y la influencia que las decisiones políticas de una nación pueden tener sobre otras. La estrategia de la India de fortalecer su demanda interna y diversificar sus mercados de exportación, junto con la búsqueda de acuerdos comerciales con el Reino Unido y la Unión Europea, son pasos proactivos para navegar en un entorno comercial incierto y asegurar un crecimiento sostenido a largo plazo. La fortaleza subyacente de la economía india, respaldada por una inflación controlada y un mercado laboral en mejora, ofrece una base sólida para superar estos desafíos y emerger fortalecida.