El ecosistema de Worldcoin (WLD) experimentó un notable repunte en septiembre de 2025, alcanzando un máximo de ocho meses al cotizar a $2.03. Este ascenso se desencadenó por la decisión estratégica de Eightco Holdings, una entidad con sede en Pensilvania, de integrar WLD como su principal activo de tesorería. Este movimiento corporativo inyectó una nueva dinámica en el mercado de activos digitales, sugiriendo una creciente confianza en la infraestructura de Worldcoin por parte de actores financieros establecidos.
La base para esta adopción se cimentó con una colocación privada de $250 millones, complementada con una inversión adicional de $20 millones proveniente de BitMine Immersion, una firma especializada en minería de criptomonedas. Estos fondos se destinaron específicamente a la adquisición de tokens WLD para el balance de Eightco. Este tipo de integración a nivel de tesorería corporativa, donde una criptomoneda se convierte en un pilar de las reservas de una empresa, es un catalizador que a menudo resuena con fuerza en la percepción del mercado sobre la estabilidad y el potencial de un activo. La noticia subraya una tendencia más amplia donde las estructuras financieras tradicionales exploran activamente la utilidad de las tecnologías de verificación de identidad descentralizadas.
Sin embargo, la euforia no fue inmutable. Tras el pico, WLD mostró la volatilidad inherente al sector, cayendo a cerca de $1.24 para el 9 de octubre de 2025. El día 8 de octubre, la criptomoneda cerró en $1.28, moviéndose en un rango intradiario entre $1.18 y $1.28. Este baile de cifras plantea una reflexión sobre la solidez de las valoraciones basadas en decisiones de tesorería puntuales frente a una demanda orgánica y sostenida. La clave reside en observar si esta inyección de capital institucional se traduce en una adopción de utilidad más profunda.
En el plano tecnológico y filosófico, Worldcoin continúa siendo un punto de convergencia para debates complejos. Su sistema de verificación de humanidad, que utiliza dispositivos Orb para escanear el iris, busca ofrecer una solución energética más eficiente que modelos como el Proof-of-Work de Bitcoin, aunque la fabricación y operación de estos dispositivos introduce su propia huella ecológica. Dan Ives, presidente de Eightco, ha posicionado esta tecnología en el nexo entre la inteligencia artificial y las criptomonedas, considerándola el futuro estándar para discernir entre personas reales y entidades automatizadas. Este enfoque en la prueba de humanidad es fundamental para la visión del proyecto de fomentar la inclusión financiera global.
La relevancia de este suceso se extiende más allá de las cifras bursátiles. La comunidad global sigue atenta a las implicaciones regulatorias, dado que el método de recolección de datos biométricos ha generado escrutinio en diversas jurisdicciones. Mientras el proyecto avanza con más de 33.5 millones de descargas de su World App a principios de septiembre y más de 530,000 nuevas verificaciones en una semana, con transacciones diarias superando los 2 millones en su cadena de bloques, el mercado observa la capacidad de la iniciativa para navegar el panorama de la privacidad y la identidad digital. La adopción por parte de Eightco Holdings, por lo tanto, no es solo una inyección de liquidez, sino un voto de confianza que invita a una evaluación más profunda sobre el futuro de la identidad verificada en el ámbito digital.