La Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC) ha anunciado una reestructuración integral de sus políticas de activos digitales, marcando un cambio significativo en el panorama regulatorio de las criptomonedas. Este movimiento estratégico, liderado por el presidente de la SEC, Paul Atkins, tiene como objetivo fomentar la innovación, facilitar la formación de capital, mejorar la eficiencia del mercado y fortalecer la protección del inversor, al tiempo que integra la negociación de criptomonedas en las bolsas nacionales.
Este cambio de rumbo representa una desviación notable del enfoque de "regulación por aplicación" de la administración anterior. En lugar de depender de acciones de cumplimiento puntuales y a menudo impredecibles, la SEC bajo Atkins se compromete a proporcionar reglas claras y predecibles para la industria. El presidente Atkins ha declarado que "es un nuevo día en la SEC" y que las políticas ya no se establecerán mediante "acciones de cumplimiento ad hoc". Las empresas del sector pueden esperar ahora avisos previos de posibles incumplimientos técnicos antes de que se tomen medidas coercitivas, un alejamiento de las tácticas que a menudo se describían como "disparar primero y preguntar después".
La nueva agenda regulatoria, presentada como "Project Crypto", se alinea con la visión del presidente Donald Trump de convertir a Estados Unidos en la "capital mundial de las criptomonedas". Este esfuerzo integral busca modernizar el marco regulatorio para los activos digitales, reconociendo su papel crucial en la innovación y el desarrollo económico. Una parte clave de esta iniciativa es la reclasificación de muchos tokens de criptomonedas, con el presidente Atkins afirmando que "la mayoría de los tokens de criptomonedas no son valores". Esta postura contrasta marcadamente con las acciones de cumplimiento anteriores de la SEC, que habían llevado a demandas contra importantes bolsas como Coinbase y Binance.
El plan de la SEC también contempla la integración de las actividades de criptomonedas, como la negociación, el préstamo y el staking, bajo un marco regulatorio unificado. Se está considerando permitir que las plataformas operen como "super-aplicaciones" y que los activos digitales se negocien en bolsas de valores nacionales y sistemas de negociación alternativos. Este enfoque busca proporcionar un camino más claro para la formación de capital en cadena y reducir la incertidumbre legal para los emprendedores.
La SEC también está explorando la posibilidad de ofrecer exenciones y "puertos seguros" para los proyectos de criptomonedas que cumplan ciertas condiciones, liberándolos de regulaciones o sanciones. Este cambio de política se produce en un momento en que la industria de las criptomonedas está experimentando una creciente adopción institucional y un aumento en el valor de mercado de activos como Bitcoin y Ethereum. La nueva dirección regulatoria de la SEC está diseñada para fomentar un entorno más propicio para la innovación y la inversión, posicionando a Estados Unidos para liderar en el sector de la tecnología financiera.