El mercado de criptomonedas experimentó un colapso de magnitud sin precedentes el viernes 10 de octubre de 2025, un evento que sirvió como una purga del exceso de tensión sistémica acumulada. En esa fatídica jornada, se registró la ola de cierres forzosos de posiciones (liquidaciones) más grande de la historia en un solo día, alcanzando la cifra asombrosa de aproximadamente 19,1 mil millones de dólares. La medición total del mercado de activos digitales se contrajo en 400 mil millones de dólares, lo que constituyó una lección severa, aunque necesaria, para todos los participantes del ecosistema financiero.
Durante la hora de máxima turbulencia, el precio de Bitcoin (BTC) se desplomó drásticamente, cayendo de 121.000 dólares a un mínimo de 104.000 dólares en el lapso de apenas sesenta minutos. Paralelamente, Ethereum (ETH) siguió una trayectoria similar, descendiendo hasta los 3.373,67 dólares. Este desplome catastrófico fue catalizado por la escalada de las fricciones comerciales entre Estados Unidos y China. Específicamente, la declaración del Presidente Donald Trump sobre la imposición de aranceles de importación del 100% a productos chinos, una medida tomada en respuesta al endurecimiento por parte de Pekín del control de exportaciones de elementos de tierras raras. Los analistas subrayaron que esta convulsión geopolítica demostró la profunda integración de las criptomonedas en la estructura de los procesos financieros y políticos globales.
No obstante, al momento de máxima compresión le siguió un poderoso impulso de recuperación. Tan solo tres días después, el lunes 13 de octubre de 2025, se inició un retorno firme de las posiciones, impulsado en gran medida por la participación de actores institucionales. Es notable que precisamente el 10 de octubre, el día del derrumbe, el Índice Premium de Coinbase alcanzara su máximo de 19 meses. Este dato histórico evidencia una actividad elevada por parte de grandes inversores que estaban acumulando activos durante la caída. Esto sugiere que, lejos de ser un colapso terminal, la corrección representó una oportunidad de entrada a precios más ventajosos para muchos capitales importantes.
Para el 14 de octubre, la estabilidad había regresado al mercado: BTC se había afianzado en el nivel de 113.114 dólares, mientras que ETH cotizaba a 4.128,08 dólares, reflejando una rápida recalibración del mercado. En términos generales, los expertos consideran esta caída como un “reinicio” necesario del sistema, anticipando un repunte alcista para BTC, ETH y XRP en los meses venideros. Este episodio puso de relieve con claridad que los eventos externos funcionan únicamente como catalizadores que exponen la fortaleza intrínseca de los activos.
Resulta particularmente interesante que, en medio de esta volatilidad extrema en los mercados tradicionales y especulativos, otros activos digitales con valor intrínseco demostraron una estabilidad inesperada. Por ejemplo, el mercado de artículos virtuales de Steam (skins de CS2 y Dota 2) alcanzó un máximo histórico de 5,8 mil millones de dólares en octubre de 2025, sirviendo de refugio para una parte de los inversores frente al caos geopolítico. Tras pasar por el crisol de la crisis, el mercado demostró su capacidad de autocorrección, confirmando que cada retroceso es, en realidad, una preparación para una nueva fase de desarrollo y crecimiento.