En septiembre de 2025, el oro ha marcado un hito al alcanzar nuevos máximos históricos, superando los 3.800 dólares por onza al cierre del 29 de septiembre. Este ascenso se produce en un contexto de incertidumbre económica global, anticipación de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal y un dólar estadounidense debilitado. La posibilidad de un cierre del gobierno de EE. UU. ha intensificado la búsqueda de refugio seguro en el metal precioso. El precio del oro al contado alcanzó los 3.819,59 dólares por onza, mientras que los futuros para entrega en diciembre subieron a 3.846,6 dólares.
Este rally del oro ha encontrado un eco significativo en el mercado de las criptomonedas, donde los tokens respaldados por oro han experimentado un crecimiento notable. El token XAUT ha alcanzado una capitalización de mercado de 1.430 millones de dólares, y PAXG de Paxos ha llegado a los 1.120 millones de dólares, ambas cifras cercanas a sus máximos históricos. La liquidez en este segmento también ha mostrado una mejora sustancial; PAXG registró más de 40 millones de dólares en flujos netos durante septiembre, estableciendo un récord de volumen de operaciones mensual superior a los 3.200 millones de dólares. XAUT, por su parte, reportó un volumen mensual récord de 3.250 millones de dólares.
En contraste, Bitcoin (BTC) cotizaba a 114.204 dólares el 29 de septiembre de 2025, con un rendimiento anual del 22%, una cifra que palidece en comparación con el desempeño del oro. El ETF SPDR Gold Shares (GLD) se situaba en 352,46 dólares el mismo día, con máximos y mínimos intradía de 353,27 y 350,40 dólares, respectivamente.
La fortaleza del oro como activo de inversión se subraya al compararla con el rendimiento de otras clases de activos. Mientras los inversores recurren al oro como un baluarte contra la volatilidad económica, los tokens respaldados por oro demuestran una creciente integración entre los metales preciosos y el emergente espacio de los activos digitales. Esta tendencia sugiere una evolución en las estrategias de inversión, donde la seguridad tangible del oro se combina con la accesibilidad y eficiencia de la tecnología blockchain. La Reserva Federal y las decisiones políticas del gobierno de EE. UU. continúan siendo factores determinantes en la dinámica de los mercados financieros, y la resiliencia del oro frente a estas variables económicas subraya su papel histórico como reserva de valor.