Bitcoin ha alcanzado un hito significativo al superar la marca de los $120,000 el 2 de octubre de 2025. Este logro se produce en un contexto de marcada incertidumbre económica global, acentuada por el cierre del gobierno de EE. UU. y un renovado interés en activos alternativos como refugio seguro. La principal criptomoneda no solo ha demostrado resiliencia, sino que también ha reafirmado su creciente importancia en el panorama financiero. Bitcoin creció un 2,7% en 24 horas, alcanzando un pico de $120,265.
El cierre del gobierno de Estados Unidos, iniciado el 1 de octubre de 2025, ha provocado una suspensión en la publicación de indicadores económicos clave como la inflación y el empleo. Si bien esta falta de datos incrementa la volatilidad en los mercados tradicionales, el entorno de incertidumbre ha impulsado a los inversores a buscar activos considerados refugios de valor, categoría en la que Bitcoin, al igual que el oro, está ganando terreno. Históricamente, los cierres gubernamentales en EE. UU. no siempre han impactado negativamente al mercado cripto, a menos que coincidan con cambios regulatorios, lo cual no ha sido el caso en esta ocasión.
La fortaleza de Bitcoin se ve respaldada por el renovado apetito de los inversores institucionales, evidenciado por las significativas entradas de capital en los fondos cotizados en bolsa (ETF) de Bitcoin al contado. El 1 de octubre de 2025, estos ETF registraron entradas netas de $675.8 millones, la cifra más alta desde el 12 de septiembre, según datos de Farside. El iShares Bitcoin Trust (IBIT) de BlackRock, en particular, ha atraído una parte considerable de estos flujos, consolidándose como uno de los ETF más grandes por activos bajo gestión y mostrando un crecimiento del 175% desde su lanzamiento en enero de 2024. BlackRock iShares Bitcoin Trust (IBIT) lideró este crecimiento, atrayendo $405 millones en un solo día. Este interés institucional subraya una creciente aceptación de Bitcoin como un activo legítimo dentro de las carteras de inversión tradicionales.
Los analistas señalan que Bitcoin está demostrando una independencia creciente de los mercados bursátiles tradicionales, una tendencia que lo hace aún más atractivo. Si bien históricamente ha mostrado correlación con las acciones tecnológicas y el oro, esta divergencia actual sugiere una maduración del activo digital. La posibilidad de un recorte de tasas de interés por parte de la Reserva Federal en octubre también contribuye a este optimismo, ya que Bitcoin tiende a prosperar en entornos de bajas tasas de interés. Históricamente, octubre es un mes alcista para Bitcoin, conocido como "Uptober", con un rendimiento positivo en 9 de los últimos 10 años, generando una rentabilidad positiva en el 73% de los casos con un crecimiento promedio del 29,23%. En 2020, Bitcoin creció más del 28%, y en 2021, un 40%.
Otras criptomonedas importantes también han experimentado ganancias. Ethereum subió un 3% hasta los $4,407, y Solana aumentó un 3% hasta aproximadamente $226, reflejando un sentimiento positivo generalizado en el mercado de activos digitales. Las proyecciones para Bitcoin son cautelosamente optimistas, con algunos analistas sugiriendo que podría alcanzar nuevos máximos históricos, con predicciones que varían desde $114,000 hasta $127,500 en escenarios más ambiciosos. Si bien existen desafíos, como la volatilidad inherente y la necesidad de mantener soportes clave, el panorama actual sugiere una trayectoria ascendente impulsada por la adopción institucional y la fortaleza histórica del activo en este período del año. La narrativa de Bitcoin como un activo refugio, comparable al oro, se fortalece en tiempos de incertidumbre, posicionándolo para un crecimiento continuo.