El 10 de octubre de 2025 quedó marcado por una turbulencia significativa en los mercados financieros globales. La criptomoneda insignia, Bitcoin (BTC), finalizó esa jornada cotizando a $111 060, lo que reflejó una caída del 2,12% en comparación con las veinticuatro horas anteriores. Este retroceso se produjo en medio de la escalada de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, provocada por la decisión del Presidente Donald Trump de imponer aranceles adicionales del cien por cien a las importaciones chinas, medida que entrará en vigor a partir del 1 de noviembre. Estos movimientos macroeconómicos suelen actuar como un catalizador para la reevaluación de riesgos, y los activos digitales no pudieron eludir esta tendencia.
Las operaciones intradía de Bitcoin mostraron un nerviosismo considerable entre los inversores, oscilando en un rango que fue desde los $114 780 hasta los $109 876. Esta volatilidad acentuada pone de relieve la estrecha dependencia de los activos descentralizados respecto a las determinaciones adoptadas por las potencias mundiales. La corrección se extendió a otras criptomonedas importantes: Ethereum (ETH) experimentó una pérdida de valor del 4,38%, mientras que Solana (SOL) disminuyó un 1,53%. El panorama general del mercado de activos digitales indicaba una fuga de capitales hacia instrumentos considerados más seguros, ante la incertidumbre generada por las posibles represalias de Pekín.
El ánimo del mercado ya se había visto mermado previamente, tras las declaraciones de Trump sobre la cancelación de su encuentro con el Presidente de la República Popular China, Xi Jinping. No obstante, la introducción de acciones concretas, como el arancel del 100%, constituyó un golpe directo. Los analistas señalaron que esta medida agrava la incertidumbre, especialmente en el sector tecnológico, dado que China es un proveedor clave de tierras raras, materiales críticos para las industrias de alta tecnología estadounidenses. El desplome del 10 de octubre se posicionó como uno de los más abruptos desde abril de 2025, fecha en la que el mercado ya había lidiado con la volatilidad derivada de otras medidas comerciales.
La atención de los participantes del mercado se centra ahora en la inminente reanudación de las operaciones en la Bolsa Mercantil de Chicago (CME). Se espera que la apertura de los mercados de futuros de Bitcoin y de los índices bursátiles el domingo por la noche proporcione una imagen más clara, moldeada por la reacción de las instituciones financieras tradicionales a la turbulencia geopolítica. En momentos en que los sistemas externos exhiben cambios drásticos, la solidez interna y la claridad de propósitos se vuelven determinantes para mantener el equilibrio. El mercado, en esencia, busca reajustar sus expectativas y encontrar un nuevo punto de apoyo.
Los sucesos del 10 de octubre provocaron liquidaciones masivas de posiciones de futuros, superando los $19 mil millones en el transcurso de un solo día. Esto se convirtió en una de las mayores oleadas de cierres forzosos de posiciones en la historia reciente. Este hecho demuestra cómo los acontecimientos políticos externos se traducen instantáneamente en pérdidas financieras reales para los operadores que utilizan apalancamiento, subrayando la extrema sensibilidad del mercado a los detonantes noticiosos repentinos.