Subastada la Chaqueta de Donald Trump de su Época con los New Jersey Generals de la USFL

Una chaqueta de satén blanca, vinculada directamente al periodo en que Donald Trump fue propietario del equipo New Jersey Generals de la United States Football League (USFL), ha encontrado nuevo dueño en una subasta. La puja, gestionada por Gray Flannel Auctions, cerró la venta por la suma de 18.658,68 dólares estadounidenses. Este objeto, más que una prenda, funciona como un recuerdo tangible de la incursión del expresidente en el panorama del fútbol americano de los años ochenta.

La casa de subastas Gray Flannel Auctions, reconocida por su especialización en artículos de legado deportivo, concretó esta transacción, lo que subraya el interés persistente que existe por piezas situadas en la intersección entre la historia deportiva de la década de 1980 y figuras políticas prominentes. La chaqueta en cuestión lleva bordados el apellido «Trump» junto con el emblema distintivo de los «Generals». Su procedencia se remonta a la época en que el equipo tenía su sede en el Giants Stadium, ubicado en East Rutherford, Nueva Jersey.

La adquisición de los Generals por parte de Trump se materializó después de la temporada de 1983, momento en que tomó las riendas del equipo, anteriormente propiedad de J. Walter Duncan y Chuck Fairbanks. Este nuevo liderazgo se caracterizó por movimientos audaces destinados a desafiar directamente a la National Football League (NFL). Quizás la maniobra más resonante fue la contratación del mariscal de campo Doug Flutie, proveniente del Boston College. Se rumoreaba que Flutie firmó un acuerdo de cinco años con los Generals valorado entre 5,5 y 7,5 millones de dólares. Flutie, quien se alzó con el trofeo Heisman en 1984, formalizó su fichaje el 4 de febrero de 1985.

Bajo la administración anterior de Duncan, la franquicia ya contaba con una estrella en el corredor Herschel Walker, quien estableció un récord en la liga por yardas terrestres en una sola temporada, acumulando 2.411 yardas durante el año 1985. Sin embargo, con Trump al mando, los Generals incorporaron al entrenador Walt Michaels y atrajeron a veteranos de la NFL, como el quarterback Brian Sipe. A pesar de las cuantiosas inversiones realizadas, el equipo de Trump logró un balance general de 25 victorias y 11 derrotas a lo largo de dos temporadas, clasificando a los playoffs en ambas ocasiones. No obstante, en ambas oportunidades, fueron eliminados en la primera ronda por los Philadelphia Stars.

La participación de Trump en la USFL estuvo intrínsecamente ligada a su ambición de trasladar el calendario de la liga al otoño, buscando una confrontación directa con la NFL. Muchos analistas deportivos sugieren que esta decisión precipitó el declive de la liga. La USFL, que operó entre 1983 y 1985, cesó sus actividades en 1986 tras perder un litigio antimonopolio significativo contra la NFL. La venta de esta chaqueta encapsula simbólicamente ese capítulo específico que fusiona el deporte, los negocios y la política, capturando el interés tanto de coleccionistas como de aquellos que siguen la trayectoria empresarial de Trump anterior a su carrera política.