Un conjunto completo de las icónicas fotografías de las Hadas de Cottingley, que incluye la esquiva quinta imagen, ha sido vendido por £3,100 en una subasta en Louth, Lincolnshire. El descubrimiento de la rareza de estas fotografías se produjo después de que una familia de agricultores de Devon viera memorabilia de las Hadas de Cottingley en el programa Antiques Roadshow, lo que les hizo darse cuenta del valor de su posesión.
El conjunto, que contiene la fotografía de las hadas que fue reclamada como genuina incluso después de que las escolares admitieran haber falsificado otras, atrajo pujas de todo el Reino Unido. La subasta, celebrada en John Taylors, fue testigo de una intensa guerra de pujas entre compradores en línea. La adjudicación final se resolvió en tan solo 30 segundos, con una compradora de Rossendale, Lancashire, emocionada tras asegurar las históricas imágenes.
Las fotografías de las Hadas de Cottingley han cautivado al público durante más de un siglo. Inicialmente tomadas en 1917 por las primas Elsie Wright (de 16 años) y Frances Griffiths (de 9 años), las imágenes pretendían ser una prueba de la existencia de hadas. El autor Sir Arthur Conan Doyle, creador de Sherlock Holmes y un ferviente creyente en el espiritualismo, quedó fascinado por las fotografías. Las utilizó para ilustrar un artículo sobre hadas en la edición de Navidad de 1920 de The Strand Magazine, declarándolas como "época-hito" y creyendo que eran una prueba clara de fenómenos sobrenaturales. El artículo se agotó rápidamente, lo que provocó un frenesí público.
Aunque las propias creadoras, Elsie y Frances, finalmente confesaron en la década de 1980 que las primeras cuatro fotografías habían sido un engaño, utilizando recortes de cartón de ilustraciones de libros infantiles, Frances mantuvo hasta su muerte que la quinta y última fotografía era auténtica. Esta última imagen, que muestra a las hadas en un "baño de sol", sigue siendo objeto de especulación, y algunos expertos sugieren que podría haber sido el resultado de una doble exposición accidental. El valor de estas fotografías no solo reside en su precio de venta, sino en su perdurable misterio y en la forma en que reflejan la fascinación humana por lo inexplicable.
El hecho de que un conjunto completo, incluyendo la enigmática quinta imagen, haya alcanzado un precio superior a la estimación previa a la venta, subraya el continuo interés en esta historia de engaño y maravilla que cautivó al mundo hace más de cien años. La compradora, visiblemente emocionada, viajó 125 millas para recoger su adquisición, demostrando la profunda conexión que estas imágenes aún evocan.