El Perfeccionismo Parental: Un Factor de Riesgo para la Salud Mental Infantil

Editado por: Liliya Shabalina

Las investigaciones modernas señalan cada vez con más frecuencia que el perfeccionismo parental tiene un impacto negativo significativo en la salud mental de los niños. La búsqueda incesante de los padres de la perfección —tanto en sí mismos como en sus hijos— puede crear una atmósfera de mayor presión y crítica, lo que, a su vez, contribuye al desarrollo de la ansiedad, la depresión y otros problemas psicológicos en los niños.

Un metaanálisis que abarcó a más de 23.000 estudiantes de Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido reveló una tendencia preocupante: en las últimas tres décadas, los niños informan cada vez más que perciben críticas parentales y expectativas excesivas. Este aumento coincide con un incremento del perfeccionismo parental. Thomas Curran, profesor de psicología en la London School of Economics, señala que este perfeccionismo parental puede convertirse en un desencadenante para el desarrollo en los niños de trastornos como la depresión, los trastornos de ansiedad y los trastornos de la conducta alimentaria.

Los estilos de crianza autoritarios, caracterizados por altas exigencias y un control estricto, suelen estar asociados con la formación de un perfeccionismo desadaptativo en los niños. Esto puede llevar a un estrés crónico y a problemas relacionados con la alimentación. Los psicólogos subrayan que los niños que crecen en tales entornos pueden experimentar una sensación constante de inseguridad, miedo a los errores y a las críticas, lo que repercute negativamente en su autoestima. Pueden llegar a creer que su valor depende directamente de sus logros y de la ejecución perfecta de las tareas, y no de su personalidad como tal.

Las investigaciones también muestran que los niños perfeccionistas tienden a fijarse estándares poco realistas. No alcanzar estos estándares les provoca fuertes sentimientos de culpa y autocrítica, lo que puede llevarlos a evitar tareas complejas o a posponerlas por miedo al fracaso. En algunos casos, el perfeccionismo puede transformarse en trastornos psicológicos más graves, incluido el trastorno obsesivo-compulsivo.

Para fomentar un desarrollo psicológico saludable en los niños, se recomienda que los padres reconsideren sus enfoques de crianza. En lugar de ejercer presión constante y críticas, conviene centrarse en estrategias realistas y de apoyo. Es fundamental transmitir al niño que se le ama y se le valora independientemente de sus logros. Alentar el esfuerzo, y no solo los resultados, así como crear una atmósfera en la que los errores se perciban como oportunidades de aprendizaje y no como motivos de castigo, contribuye al desarrollo de una autoestima estable y saludable en los niños.

Es importante recordar que el perfeccionismo saludable consiste en la búsqueda de la superación personal, y no de un ideal inalcanzable que puede dañar la salud mental del niño.

Fuentes

  • Media Indonesia - News & Views -

  • Tentang Anak

  • Detik Edu

  • Detik Edu

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