Los perros guía son compañeros esenciales que brindan independencia y seguridad a las personas con discapacidad visual. Para asegurar su preparación en cualquier escenario, los programas de entrenamiento en Canadá utilizan métodos innovadores que exponen a los canes a una amplia gama de experiencias.
Una práctica destacada se lleva a cabo en Ontario, donde los perros de K-9 Country Inn Working Service Dogs participan en sesiones de entrenamiento dentro de entornos vibrantes y ruidosos, como los teatros musicales. Un ejemplo notable de esta formación inmersiva fue la asistencia de los perros a una función del musical "Billy Elliot" en el Stratford Festival. Durante estas salidas, los perros se sientan tranquilamente junto a sus guías, adaptándose al bullicio del público, la música y los movimientos escénicos.
Este tipo de exposición controlada es crucial, ya que los perros son sensibles a los estímulos auditivos intensos, que pueden generarles estrés y ansiedad si no se manejan adecuadamente. Estudios señalan que la exposición a ruidos fuertes sin una adecuada habituación puede llevar a problemas de comportamiento y un aumento del miedo en los perros. Por ello, este entrenamiento busca mitigar tales efectos, permitiendo que los perros desarrollen una resiliencia notable.
Laura Mackenzie, propietaria y entrenadora principal de K-9 Country Inn Working Service Dogs, enfatiza la importancia de preparar a los perros para "cualquier actividad que el guía pueda desear realizar con su animal". El programa, de dos años de duración, familiariza a los perros con una diversidad de estímulos, incluyendo luces, sonidos fuertes y movimiento, asegurando que puedan permanecer relajados en espacios reducidos durante períodos prolongados. La asistencia a funciones como la de "Billy Elliot" ofrece un entorno controlado donde se minimizan los estímulos más intensos, facilitando la adaptación inicial de los canes.
Esta metodología beneficia no solo a los perros, sino que también permite a los actores y al personal del teatro familiarizarse con la presencia de animales de servicio, fomentando una mayor inclusión. La efectividad de estas prácticas se refleja en el comportamiento ejemplar de los perros durante las funciones, demostrando su capacidad para ignorar las distracciones y centrarse en su labor. Estos perros bien preparados pueden acompañar a sus usuarios con confianza en eventos culturales y sociales, enriqueciendo su calidad de vida.