Investigaciones recientes están reevaluando la línea de tiempo generalmente aceptada para la aparición del alfabeto griego. Tradicionalmente, los orígenes del alfabeto se han situado en el siglo VIII a.C., pero nuevas investigaciones sugieren un desarrollo potencialmente anterior. Willemijn Waal, apoyada por una beca Vici de la Universidad de Leiden, lidera esta investigación, proponiendo una evolución más gradual del alfabeto.
Una pieza clave de evidencia proviene de la datación por carbono de inscripciones antiguas, que apunta a un posible origen en el siglo IX o incluso X a.C. Esto situaría el desarrollo del alfabeto significativamente antes de lo que se creía. Es importante señalar que las inscripciones más antiguas que se conservan no necesariamente representan el comienzo mismo del griego escrito. Otras formas de escritura, posiblemente en materiales perecederos, podrían haber existido antes de estas inscripciones. La ausencia de ejemplos más antiguos podría deberse al uso de materiales como la madera o el papiro, que son menos propensos a sobrevivir durante milenios.
Además, las primeras inscripciones griegas muestran similitudes con los sistemas de escritura del Levante, que datan del siglo XI a.C. Esto sugiere una posible conexión o influencia de estas escrituras anteriores. La investigación de Waal tiene como objetivo profundizar nuestra comprensión de la historia griega antigua mediante el examen de los orígenes del alfabeto. Incluso si la hipótesis de un origen anterior no se confirma por completo, el proyecto promete arrojar información valiosa sobre las primeras etapas del alfabeto griego. Esto podría potencialmente remodelar nuestra comprensión de la literatura clásica, incluyendo las obras de Homero. El proyecto de investigación se centra en la recopilación de conocimientos exhaustivos sobre el alfabeto antiguo.