El acento escocés, particularmente el dialecto de Glasgow, a menudo se percibe como difícil de entender. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que este mismo acento podría ofrecer un beneficio inesperado: un aprendizaje de idiomas más rápido.
La investigación de Preply indica que el ritmo y la cadencia distintivos del habla de Glasgow se alinean con idiomas como el alemán y el holandés. Estos idiomas enfatizan las sílabas y los sonidos guturales, que pueden ser cruciales para transmitir el significado. Esta alineación puede facilitar que los hablantes de Glasgow se adapten a idiomas con patrones de habla similares.
Anna Pyshna, portavoz de Preply, explicó que los acentos pueden ayudar al aprendizaje de idiomas al entrenar al oído para reconocer y reproducir sonidos. El estudio también destacó otros acentos británicos, incluidos Geordie, Scouse y Brummie, cada uno con rasgos fonéticos únicos que apoyan el aprendizaje de idiomas de diferentes maneras. Por ejemplo, la oclusión glotal en el acento Geordie puede ayudar con idiomas como el danés y el hebreo.
Para explorar más a fondo estos hallazgos, Preply ha lanzado una serie de Spotify con paisajes sonoros basados en acentos. Estos paisajes sonoros utilizan voces Geordie, Scouse, Glaswegian y Brummie. El objetivo es impulsar la retención del idioma a través del aprendizaje auditivo pasivo. Los estudios demuestran que el cerebro puede formar nuevas asociaciones lingüísticas durante el sueño profundo, particularmente cuando se expone a ritmos fonéticos familiares.